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ano fueron testigos de crueldades cometidas en los atriotas. A los castigos corporales hay que afiadir las contri- uciones y multas, que los Jefes de los franceses im- jan a los pueblos. Dado el atraso de la agricultura aque] tiempo, apenas quedaban alimentos para los ibarros. Las tropasinvasoras se lo llevaban todo. En aquellos dias de sufrimientos, la mayor parte de pueblos de Nabarra tuvieron también que padecer ucho de parte de las tropas espafiolas e inglesas, que otraron en Nabarra al fin de la lucha contra Napoleén. ando se terminé la guerra, acudieron los pueblos a Diputacién en demanda de auxilios. Todos contaban sufrimientos, de los que hacian culpables también Jos espafioles. Asi, por ejemplo, el pueblo de Garral- (valle de la Aezkoa), se quejaba de que los ingleses panoles, aprovechandose de la sencillez de los habi- tes, les hacian objeto de ultrajes, burlas, golpes y siones, y de que les tomaban los escas0s animales ue poseian y dejaban morir de hambre a los animales asus propietarios. El valle de Imoz declaraba que, a de ser pobre, dos veces le exigieron las tropas es- aholas once mil raciones de pan y carne; aun se les amenazaba con un saqueo genera] si no entregaban in- ‘Mediatamente las raciones. De los proveedores de las Opas decian: ‘‘‘Parecen venidos a Nabarra a quitar- el hampre, al coste de sacrificar a los pobres paisa- con vejaciones, multas y vidlencias escandalosas, ne las debian purgar en el calabozo’’. Terminaba su posicion: ‘“Tenga V. E. la bondad de reflexionar la eldad con que estén tratados estos pobres (habitan- ‘tes de Imoz), siendo sus desapiadados tiranos los mis- Mos espaiioles, que Dios sabe lo qué son en su tierra, pero aqui son lo que quieren.’’ - En Noviembre de 1813 se promovié un expediente “sobre los abusos que en la merindad de Estella come- ' tieron los soldados espafoles. El expediente demuestra ue diariamente suministraban los pueblos veinte mil raciones para los soldados espanoles, lo cual era un abu- 80, pues su ejército se componia de seis mil; que los soldados del Comisionado Pascual Martinez ‘‘decian ue habian de acabar con Nabarra’’; que el citado Mar- tinez ‘‘hacia alarde de ser temido y de hablar con avi- lantez, usando expresionés indignas de estamparse en esta certificacién y especialmente contra los nabarros. Para terminar este asunto, se debe hacer notar que los Jefes del ejército de Napoleén que invadieron a Na- barra, daban el titulo de bandidos a aquellos guerrille- “ros nabarros que defendian la independencia del Reino; Espoz y Mina le llamaban siempre el ‘‘Jefe de los Bandidos’’. arithee De la ausencia de conciencia nacional vasca son ejem- " Policia Militar, y Juan Isidro Arispe, Mariseal que pe- Dies contra los vascos peninsulares en las campanas de 1793 y en 1809. (7). A pesar de mas de un siglo de distancia, aun queda én el pueblo de Nabarra invencible antipatia a los fran- eses. - plos los vascos continentales Pedro Mendiry, jefe de la ANOTACIONES (1) (Cuando se retiré6 de Pamplona la Diputacién, nombré el General Moncey otra en su reempiazo. Es digna de recuer- do la contestacién que did don Iidefonso de Ilundain, uno der los nombrados: “...Resuelto estoy, Sefior, a sacrificar mi re- ‘poso, mi casa y mis cortos intereses, abandonandolo todo al furor de los inicuos, antes que manchar mi nombre con el ne- gro borron de profanacién de la mas alta dignidad que dis- pone la Nacién Nabarra, admitiendo un titulo supuesto de Padre de Ja Patria, y ser esclavo de la perfidia...” (Septiem- bre de 1808). (2) Francisco Jabier de Mina nacié en el pueblo de Ota- no. En un documento del Ayuntamiento de Tudela se lee que “la primera noticia que se tuvo de este Mina fué a mediados del ano 1809, en que los franceses fijaron en Tudela un cartel impreso diciendo que un tal Javier Mina, de nacién judio, an- daba con una Quadrilla de bandidos; ofrecian los franceses en un cartel un premio al que lo prendiese o matase.” . (3) Francisco Espoz e Ilundain nacié en el pueblo de Ido- cin el 17 de Junio de 1781. Hasta los 28 aflos se dedicé al cul- tivo de los campos. La invasién de Napoieon sacé de su obs- curidad a aquel genio militar. Sus malas cuaiidades de am- bicion, envidia y rencor le desviaron del buen camino. En anos posterioreés fué un gran enemigo de la independencia vasca. Los honores y la gloria que le proporcioné Hspafia, acabaron con su poco ilustrada conciencia nacional. Murio en Barcelona el 24 de Diciembre de 1836. (4) Decia el ejecutor: “Josef Belbel, executor de la Real Justicia, con la debida atencién expone a V. E. que con man- dato del sefior General Dagoult ejecut6 en cinco reos senten- cia de orca; posterior en diez con igual mandato, como es, dos en orca y ocho afusilados y colgados en la orca por el espo- nente; otros tres en orca con orden del Consejo de Guerra, siendo General el sefor Doufour; ocho a la pena de garrote y colgados en los arboles por orden de V, E., y dos de orca por el Consejo de Guerra, y Ultimamente quatro en la de ga- -rrote por el Consejo de Guerra...” (1° de Marzo de 1811). (5) El 5 de Diciembre fueron fusilados en Bstella los ve- © cinos: Nicasio Htxeberria, José Garcia, Bautista Andueza, An- tonio Ortega, Fermin Pomés, Manuel Andia, Pedro Oskoz, Je- naro Cafias, Francisco Duran, Simon y Andrés Zuza. Por aquellos dias fueron muertos cuatro soldados franceses en el camino a Ayegui. El Barén Abbé dicté un ‘bando que decia, on- tre otras cosas: “... Todos los parienves de bandidos, presos en este momento en Jas carceles de dicha ciudad, seran ahor- cados; igualmente lo serdn veinte bandidos de los que se ha- lian detenido en la ciudadela de esta plaza.” En otro articulo amenazaba con quemar los pueblos, en cuya jurisdiccién se matara a algin francés “para que sirva de exemplo a los que _ todavia tengan la debilidad de dejarse conducir por los ban- didos acaudillados por Hspoz..." (3 de Diciembre). (6) En Pamplona fueron incontables los patriotas ejecuta- dos por Mendiry. Eran fusilados en grupo y ultimados a gol- pes. El 9 de Dicimebre sufrieron la muerte 17 voluntarios y 17 padres de voluntarios. Mendiry presencié la ejecucién y mand6 colgar los cadaveres de los arboles vecinos ai lugar. Se realizé la eScena en la carretera que va de Pamplona a — i Noain. Una cruz sefiala el lugar del suplicio: AQVI FUERON AFVSILADOS 17 BOLUNTARIOS Y 17 PADRES DE BO- LUNTARIOS POR ORDEN DEL GOBYERNO YNTRVSO BL DIA 9 DE DiCle. DE 1812. - é La cruz se encuentra en el kilémetro 3 de la carretera de Pamplona a ja Provincia de Zaragoza. : (7) A pesar de la conducta tan antivasca de Arispe, en el Congreso de la Tradicién Vasva celebrado en Donibane Loit- a zun (Agosto de 1897), se le dedicé una conferencia laudatoria, — sin que en aquellas reuniones, dedicadas a fomentar el ~ ritu vasco, sonara una palabra de reprobacién de la conducta de Arispe. Es vergonzoso considerar hasta qué on nacional hemos caido los vascos, :

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