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S ee bandera gloriosa de Jesucristo y debe ser bandera de todos los cristianos. ‘Por eso San Antonio, devotisimo de la Pasién de Jesucristo, fué devotisimo de la cruz. Podemos decir que fué su porta estandarte. Desde muy tierna edad comenz6 a usar de la sefial de la cruz para vencer al demonio; y repitiéd eso con mucha frecuencia durante su vida. Fué de los primeros predicadores que iniciaron la prdctica de hacer la sefial de la cruz al comenzar sus sermones 0 alocuciones, y a llevar el crucifijo como insignia~ del aposfoledo. Cuando habfa de operar algtin prodigio, hacfa ora- cién y luego la sefial de la cruz. Cualquier negocio, el mas trivial que emprendia, iba precedido de la cruz y repetfa este signo santo cuando lo ter- minaba. {Y con qué transportes de fervor y de compasién hablaba cuando pre- dicaba acerca de Jestis crucificadw! ;Con qué acentos de emocién exhortaba a amer al divino Maértir del Calvario! Yo propongo imitarle, haciendo fre- cuentemente y con suma reverencia la sefial de la cruz y meditando la Pasion de Jesucristo.