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a. hi: Yo le contesté que yo no podfa inventar causas nuevas donde Pepe: _ no las habfa, sino decir lo que habia escrito ya a la Sagrada Con- : gregacién de Religiosos, por indica¢ién indirecta al “menos de la Sagrada Congregacién de Concilio (1). ' El P. Provincial me dijo que, ya que estaba tan decidido a salirme de la Orden, el camino més Ilano y fAcil era encontrar antes Obispo benévolo. Yo le dije que eso era casi imposible, como él — lo debia saber bien. Y €1 me dijo que asi era, en efecto, pero que : él me darfa un informe muy favorable y que con ese informe Be SSP facilitarfa muchisimo la tarea de encontrar Obispo benévolo. Y, en ee ‘ efecto, a los potos dias recibi el informe sumamente favorable para a? mi. Ademds decfa: «Esta declaracién va hecha -espontineamente yee be. y: de acuerdo con mi Definitorios ¢r). tin ie A pesar de ese documento no encontré ninpah Obispo. bené- cate F volo. Unos ni me contestaban. Otros me decian que no recibian Dee 3 a los religiosos. Otros, que sentian muchisimo, pero que la Junta 2 asesora les era conttaria siempre que se trataba de recibir a los religiosos, y tampoco faltaban quienes me decian que no recibfan sino a los religiosos naturales de su didcesis. Al fin, que todos los Obispos, ora nacionales, ora extranjeros, todos contestaban negati- vamente. Ya no pudiendo continuar por mds tiempo en tan terrible martirio, hace dos afios le escribi al P. Provincial, rogandole que, . ya que no encontraba Obispo benévolo, co: mo buenos informes y a en tantos afios, que me ayudara a enconttar el Obispo benévolo o en obtener de Roma la facultad de permanecer fuera del convents to, aunque fuese temporalmente. > : La contestacién fué que no pod{fa hacer nada. A los } pocos meses i ‘ el P. Provincial efectivo y de vuelta de América, me escribié. di-~ c ciéndome «que si queria, escribir al seiior Obispo de Corrientes en la Argentina, con su recomendacién era muy probable que me ad- * mitiera en su didcesis.» Yo le contesté agradeciendo su atendién, pero diciéndole que no tenia ya alma para ir a vivir a 15,000 kilé- metros de distancia y de encerrarme en las selvas de la provincia + de Corrientes. ' Mas hoy ya no tengo alma para isis de mi “iécesia de Vito- ria. Es verdad que no he podido esa gracia al actual ieee de iy Me dijo también el P. Provincial que si habia cometido alguna diate: no me libraria de sus malas consecuencias con salirse de la orden. Yo le contesté que ape- sar de haber sido solicitado, y con safia y. furor en casos particulares, y dentroy A fuera dei confesionismo, hasta con amenazas de hacer falsa delacién de solicitacién, — que no conocia mujer. f ~ Q) ‘Vide en la pagina. 50 ee as

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