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—%— Se trata del alumno X. X. Antes le hablé a usted de él, y me acuerdo muy bien de su contestacién. Por eso no me predcupé més _ de él. Me dijeron quela madre siempre estaba Ilorando, y que el chico, ante tantas lagrimas, no sabia qué hacer. Al poco tiempo me avisaron que estaba estudiando en Durango con los RR. PP. Je- suitas. Y més tarde me dijeron que habia entrado en Loyola-en la Compajfifa de Jestts, lo que me extrafié mucho mas. Desde antes y desde entonces, cada vez que algtin estudiante condiscipulo suyo me pregunta por él Ilevo un disgusto. Para su ingreso en la Compafifa de Jestis se me ha dado a mf una explicacién que no me satisface, y es esta: «Que es verdad que falté él, como usted decia en su carta, pero que esa falta. slo supo _ su confesor-director por mediacién de él, y que el confesor 1 le in- dicé que la manifestara al Rector, y que el Rector quiso|saber més, : y que él:no quiso decir mas, porque no le habia mandado su. con-- ue fesor decir mas, y porque creyé que ya le habfa obligado a dema- " siado su confesor, y que en vista de esto, esto es, porque no des- — cubria el cémplice o cémplices, le expulsé el Rector.» Si esta versién no se ajusta a la verdad, yo no comprendo como esta el alumno X. X. en Loyola. Y si es verdadera, no ¢om- prendo cémo no esté en el Seminario de tise o pe, estan otros $i) donde estaban. Ar Le escribo a usted estas lineas porque me cohen cachlaiea saber la verdad de esta versién, porque mi estado de 4nimo res- pecto de él ha de ser muy diferente, tanto cuando me acuerdo de é1 estando sélo como cuando alguien me pregunta, te ig ete... Con gracias anticipadas...» (1) Ilmo. y Rvdmo. Sefior : Aunque todos mis oblate han sido de no intervenir mas en este asunto, después de tres afios” vuelvo_ a insistir sobre ello. ;La causa? El dia del. Sagrado Corazén es- tuve yo predicando en un pueblo de Vizcaya, y una tia del alum- — no X. X. me dijo: ; Pero qué ha hecho mi sobrino en el Semina-_ tio? Un cura me pregunté otro dia por mi sobrino; yo le dije que estaba en el noviciado de Loyola, y el cura aquel no salia de su _ asombro. Lo cual prueba que el alumno X. X. esta completamente difamado y desacreditado por el sefior Rector del Seminario de Castillo-Elejabeitia. ‘ , Si lo hizo,abusando de la direccién ae gonciencia, creo que es hora de hacer justicia. -Y si no, yo dudo mucho de la saltadibis extraordinaria del alumno X. X., aunque no sea yo el mas indicado para juzgar acerca (i) De esta carta no flene contestacién.