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—20-— ¢ a , x ‘mente durante la recreacién no se ‘formen. grupos de lengua ‘difess a rente que a la larga podian ser germen de divisién entre religiosos _ erg de la misma Provincia.» Reo ; Apoydndosée en estas palabras de esa ordenacién, a Director — de este Colegio de Filosofia, de Fuenterrabia, ha prohibido hablar en los recreos en su lengua materna vasca a Jos colegiales vascos, ee y he ofdo muchas veces que lo mismo ha hecho el Director i Colegio de Teologia de nuestro Convento de Pamplona. Se Lefdas atentamente en la Analecta Ordinis las pAginas 104. 195, 196 y 197 del dia 15 de diciembre del afio 1916, la carta de Su~ Santidad Benedicto XV al Cardenal Arzobispo de Quebec y las notas de la Direccién de la Analecta Ordinis en la misma pé- pte gina 197, el exponente cree que ésas palabras de la ordenaci6n. décima-tercera de la Santa Visita, o la aplicacién de los’ Direetores ei de los Colegios de Fuenterrabia y de Pamplona estan en pugna’ _ tae y abierta contradiccién con las ensefianzas del Papa en ese docu- s mento y con las notas de la direccién de la Analecta Ordinis. Por lo cual ef exponente riega encarecidamente a Su Reveren- - disima que retire esas palabras de la ordenacién décima tercera, o- que les diga a los Directores de este Colegio de Fuenterrabia” y de Pamplona que su interpretacién ha sido errénea, y que hay que iy corregirla, porque a mi me parece que eso es faltar ex nune gra- vemente a la caridad con todas su gravisimas consecuencias, ‘bajo: ae , pretexto de que no se falte a ella nunca. ees Respecto de este tiltimo extremo espero su contestacién, por- que si Su Reverendisima no remedia el mal, mi propésito de ex— ies poner a Ja Sagrada Congregacién atin este asunto es firme. ane. Gracia que... Etc., ete. ie taney Fuenterrabia, 20 de octubre de 19289, eae 4 (Todavia el infrasquito no ha tenido pintedtaclake de esta carta es "i Por todo esto el infrasquito acude hoy a esa Sagrada Com- j gregacién pidiendo el remedio de tanto mal. 5 No le pide favor ni gracia, sino luz y justicia. Aqui hay un, ae * confusionismo-religioso-catélico, horrorose, y ya que ni riuestro Pro- vincial, el M. R. P. Ildefonso de Ciéurriz, ni el Rvdmo. P. Ge-~ neral lo quieren corregir, sino, siendo seguramente con otros. : muchos los coautores, se empehan en que siga. este confusio- ue nismo horroroso, creo que a esa Sagrada Congregaciéu le toca i deber de acabar con tanta ignominia y desvergtiens:. es, S Aqui dicen esos dos muy Reverendos. Padres con toda su au- xd 4 toridad ; «El Papa condena el nacionalismo», vy ese nacionalismo — s — que condena el Papa, es el de mas de cincuenta Padres \ asco-Ca~ _ te, Se atl: Niet a ae

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