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=o) minutos entre la comisién del hecho y la acusacién, y mi presencia, como presunto reo, ante el juez pude probar con testigos que yo ‘no pidia tener arte ni parte en aquel desaguisado, y la hazafia que- d6 archivada con todos los indicios de que los autores de la hazaiia y de la acusacién eran unos mismos e idénticos personajes. Como Jos delatores eran del grupo nacionalista, el sentimiento que me causaron y la herida que me hicieron en el corazén fueron ya incu- rables, porque hasta entonces no se me ocurrié siquiera que unos teligiosos podian ser tan frescos. Pero con la juventud todo se so- brelleva con relativa facilidad, y también soporté yo coh bastante. . facilidad aquella ofensa, y hasta el continuo y perpetuo desafecto que ese grupo y los suyos han observado para conmigo, Por este tiempo me llamé el P. Provincial a su despacho para : preguntarme si tenia algun inconveniente para ir a las misiones de Ultramar, y yo. le contesté que no tenfa ningtin inconyeniente. A los pocos meses concluf la carrera y fui destinado al con- vento de Fuenterrabia. 6% ‘ Aqui fui relativamente feliz durante alpeaics aflos, aunque no sin recibir serios desengafios religiosos, sobre todo por la conducta que observaban los Superiores con los que no proaanen como ellos- en la politica. El Emmo. Cardenal Ragonesf, fallecido el afio 8%, « ar que era Nuncio de Espafia desde 1014 a 1918. j : Yen su tiempo salié de la Secretaria de ta Seaciatats ‘un _ documento grandemente ofensivo para los nacionalistas vascos. En ese documento se hacfa verdadera la frase de Rovira y Virgili: Que de los, treinta y seis nacionalismos irredentos que se conocen, el nacionalismo vasco era el mas catélico y catélico en toda su integridad, y el que mas palos recibia de parte de la Igle- sia Romana. En ese documento se decia que el nacionalismo vasco era pa- ligroso y que los Superiores debian vigilar a sus stibditos que tu- vieran tales ideas. En ese documento se ponfa en parangén el nacionalismo vasco con el nacionalismo catalan, y siendo el nacio- nalismo catal4n menos escrupuloso que el vasco en mataria reli- giosa, se le trataba con mucho més miramiento y consideracién que al nacionalismo vasco. Y ese documento, para confundir y humillar a los religiosos nacionalistas vascos se lefa en ptiblico refectorio con pregén o a repique de campana, como se acostumbra en los conventos, como emanadas de la Secretaria de la Nuncia- tura, aunque el documento no levara ni firma del Nuncio, ni del - Secretario de la Nunciatura, ni pie de imprenta. <

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