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Disciplina del panes. L. —El paseo fuera del convento se permite una vez por semana y en Jas fiestas del Romano Pontifice, del Rvmo. P. General, del P. Provincial, -del P. Guardian, P. Director y Prefectos. Fuera de estos dias sea dificil el P. Director en conceder nuevos paseos extraordinarios. — Il.—Los nifios saldran de paseo en tantos grupos como sean los vigilan- tes; y cada grupo ira acompafiado de su vigilante respectivo, que sera exac- to en las horas de salida y de entrada, y vigilaré para que el nifio vaya debi- .damente arreglado en el vestido, calzado etc. etc. Ill.—No dében dar paseos excesivamente largos, tomando como norma a los nifios débiles y no alos fuertes, de lo contrario crean una fatiga per- niciosa a lo fisico y a lo moral. » IV.—Durante el afio, sobre todo en las vacaciones de verano, se daran .a los nifios los paseos Ilamados dias de campo, en nimero y dias acostum- brados. En estos dias todos los nifios van al mismo sitio, guardando la’sepa- ‘racién de grupos, excepto en la comida. ae aaat Vida social o de urbanidad. El nifio serafico destinado por su vocacién a la vida social propia de un ‘sacerdote, debe aprender las exigencias de esa vida, _estudiando y none cando la regla de cortesia y dé urbanidad. I.—La base de toda urbanidad cristiana es el respeto a ‘todo lo que hoy - se llama el sentido de los valores. Este sentido del valor de las cosas afecta al respeto que se deben los hombres a si mismos, a sus compafieros, a sus superiores y a toda institucién social cristiana. II—El nifio debe respetarse asi mismo por razén de su dighided de cristiano, del Espiritu Santo, que habita en su alma, y del Angel Custodio, que le acompaiia. Este respeto le ha de obligar a ser limpio, modesto, com- puesto, en todo lugar y tiempo. En la clase 0 conferencias de urbanidad se procurara desarrollar este respeto, que impide la degradacién de la persona. III—Para que el nifio vaya adquiriendo este respeto, debe ensefidrsele jos buenos modos de portarse en la iglesia, en las comidas, en el recreo, en el paseo, etc. Todo lo cual se realizard con advertencias y correcciones personales. . IV—ElI nifio debe respetar a todos los otros: a los Superiores eclesids- ticos y regulares con todas sus leyes y mandatos; a sus directores y prefec- tos; a sus profesores y vigilantes; a los religiosos y conseréficos; a los go- bernantes y en general a todo lo que valga algo en la sociedad. Este res- peto debe manifestarse en su /uicio favorable, en su accién décil, y en no -dejarse dominar del mal espiritu de critica despreciativa. V—EI respeto no puede existir ni ser exigido donde no hay materia res- 32

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