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muni6n, se les dara cuatro veces al aiio confesor extraordinario, para lo cual! el P. Director podra llamar dos Padres de otros conventos, a los cuales se presentaran todos los nifios, aunque no sea mas que para pedir la bendicién. C)—Los frutos de vida sobrenatural La vida sobrenatural ha de dar frutos sobrenaturales; éstos son, como- fundamentales, la fe, la esperanza, el amor de Dios y del préjimo, el amor a Jesucristo y a la Iglesia, amor al sacrificio y a la pureza. En todo lo cual de- bera ser instruido el nifio serafico. I—La fe recibida en el bautismo es un habito sobrenatural que el nifio. — debe traducir en actos explicitos; de aqui el acostumbrar al nifio a vivir de la fe, es decir, de las verdades reveladas, haciendo que ellas sean el princi- pio primero directivo de sus acciones, privaciones, entusiasmos, etc. II—La esperanza es también un habito sobrenatural, que se ha de tradu- cir en actos correspondientes: esperanza del perdén del pecado, esperanza de la gracia de Dios, esperanza del cielo. El educador cristiano debe soste- ner el trabajo y el deber en el nifio con la esperanza del cielo. III—E!l amor de Dios ha de ser el principal mévil de la conducta o ac- cién; por esto se ha de crear en el nifio, revelandole el amor que Dios le tie- ne, la bondad, belleza divina, los misterios de la Creacién, Encarnacidén, Redencién, Eucaristia, etc. IV—EI amor al préjimo debe unirse al amor de Dios y confundirlo en la misma educacién relevandole el amor que Jestis ha tenido, la necesidad que tenemos todos de ser amados, ayudados, soportados en el genio, en el ca- racter, temperamento; el deber de sacrificarnos por su alma y sus cuerpos. V—AI nifio serdfico debe inspirdrsele un gran amor, respeto, veneracién a la Iglesia, al Romano Pontifice, a los Obispos, Sacerdotes, Sagrada Escri- tura, actos del Pontifice, Leyes eclesidsticas, etc. etc., Esto debe conseguir- se manifestando el beneficio que Jestis nos ha hecho al instituir la Iglesia, -y no hablando con menos respeto de sus ministros, obras, etc. etc. VI—AI nifio serafico debe inicidrsele en el espiritu de sacrificio, que consiste en sufrir con intencién sobrenatural, los males que nos sobrevengan, como frio, calor, enfermedad, freprensiones, en ejercitarse voluntariamente en algunas pequefias mortificaciones, en ejercitarse en un altruismo sobrena- tural etc. Vil—La educacién del nifio en la pureza es absolutamente necesaria, pe- ro su prdctica es delicada. Esta educaci6n es indirecta y directa: la indirecta consiste en presentar al nifio, un ambiente Ileno de pureza, personas, con- versaciones, libros, etc.; directa, en conferencias o instrucciones discretas sobre el pecado y la belleza de la castidad, pero sobre todo en instrucciones particulares o individuales segun el grado de conocimiento y la ‘necesidad que cada uno manifieste. 25

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