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IV EDUCACION INTELECTUAL La educacién intelectual es uno de los fines primarios de la Escuela Sera- fica, y al que debe atenderse con todo esmero y sacrificio. Esto comprende tres partes: Los estudios que deben realizarse, el modo de realizarlos, y la comprobacién del progreso de los nifios mediante un examen correspondiente. A)—Estudios necesarios. I—ElI programa de estudios debe hacerse a base de letras, no de ciencias, por estar las letras mas relacionadas con la vocacién apostélica de capuchino y porque las ciencias se adquieren con mas provecho algo mas tarde. II—No se deben adoptar programas de bachillerato ni pretender sacar bachilleres a los nifios serdficos. Estos programas son inadecuados a nuestro fin, defectuosos en lenguas y excesivos en ciencias. Podran y convendra se adopten los libros y textos del Estado en materia de ciencias, cuando este sea editado tinico para toda Espaiia. III—EI estudio en la escuela comprenderd: Religién y moral; geografia general y de Espafia; Historia general y de Espafia; aritmética y algebra; len- guas latina, griega, castellana y francesa para todos y la vascongada para los vascos; Preceptiva e Historia literaria, musica, caligrafia, dibujo y de- clamacion. IV—En el reparto de estas ciencias debe contarse con cinco afios de es- tudio y con cursos de diez meses de duracién. En el primer aflio debe darse importancia principal a la gramatica castellana, ala aritmética, a la caligrafia y no tan principal a las otras lenguas; en el segundo, tercero y ‘cuarto debe estudiarse las gramaticas latina y griega, en el quinto deben preferirse los trabajos practicos. V—Segiin estos principios, ha de formarse el plan definitivo de los estu- dios que se fijaraén como apéndice de ‘este reglamento, y después de apro- bado nadie podra cambiarlo. En este plan quedaran sefialadas las materias de cada afio, extensién determinada y ntimero de horas, todo lo cual sera escru- pulosamente respetado. VI—Las clases de religién y de moral seran graduadas y se daran en los cinco afios, explicandose el catecismo, los fundamentos de religién, los de- beres religiosos y la Historia sagrada. VII—Los profesores deberan explicar siempre, a ser posible, el mismo curso. Tendrén programa hecho desu asignatura que dardna los nifios al principio de curso, y repartiran de tal manera su trabajo diario que al final de curso quede todo el programa explicado y aprendido. 13