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| Nt PAMPLONA oy flor, a la invitacién y a la voz del Arcangel y al sonido de la trompeta de Dios, descer- dera del cielo; y los muertos en Cristo re- sucitaran los primeros. Después, nosotros los vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos, sobre nu- bes, al encuentro de Cristo en el aire, y asi estaremos con el Sefior etertiamente. Conso- laos, pues, los unos a los otros con estas verdades. Gradual Dales, Sefior, el descanso eterno, y altim- breles la luz eterna. (Ps. i11). La memoria del justo sera eterna: ro temera él malas nuevas. Tracto Absuelve, Sefior, las almas de todos los fieles difuntos de todo lazo de pecado. Y mediante el socorro de tu gracia, merezcan evitar el juicio de venganza. Y disfrutar de la felicidad de la luz eterna. Secuencia... Secuencia j Dia de-ira aquel dia!—-reducira el, mun- doa cenizas:—testigo David con-la. Sibila. ; Cuanto temblor ha de haber—cuando el juez ha de venir—a examinarlo todo estre- chamente! ae Una trompeta esparciendo son. maravillo- 301

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