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a ti ha de venir todo mortal. Dales, Sefior... En las misas de Difunios no se reza el Gloria... Oracién Oh Dios, de quien es propio apiadarse y perdonar: te suplicamos humildemente por el alma de tu siervo (o sierva) N., a quien has mandado salir hoy de este mundo, que no la entregues en manos del enemigo, ni la olvides hasta ei fin, sino «ue mandes sea to- mada por los angeles y conducida a la patria del paraiso, a fin de que, ya que creyO y esperé en ti, no sufra las penas del infierno, sino que posea los goces eternos. Por nues- tro Sefior Jesucristo, que vive y reina con- tigo en unidad del Espiritu Santo, Dios por todos los’ siglos de los siglos. Amén. Epistela. de. SonPeblo.Apéetol a los Tesaloniconses (Mp4, 13-18) Hermanos; Por lo que tocaa los que duer- men (difuntos), no queremos que estéis igno- rantes, porque no os entristezcais como los demas, que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jestis murié y resucitdé, asi fam- bién Dios llevara consigo « los que hayan dormido (fallecido) por él. Porque os deci- mos sobre la palabra del Sefior que nosotros, los que vivimos, los que guedamos hasta la venida del Sefior, no nos. adelantaremos a — los que ya murieron. Porque el mismo Se- — 300

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