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X ne unos 25 centímetros de largo y su sonido sumamente alto no tiene la corpulencia aflautada de aquél. El txistu y el tun-tun forman una familia rítmico-melódica com- pleta, no necesitando ningún otro aditamento instrumental para dar sensación artística perfecta. Aun cuando el txistu y tunm-tun típicos los toca un solo individuo, sin embargo hoy día, en todas partes acompaña al músico tradicional un redoblante o atabalero. En Navarra, al artista popular que toca el txistu y el tamboril se le llama chunchunerua o chunchunero. + xo El mayor perfeccionamiento musical de este instrumento, debido a las exigencias de la educación artística moderna, habituada a la armonía, lo constituye la llamada “banda de txistu”, formada por cuatro músicos. Es un trío de txistu acompa- nado por un tambor redoblante. Dos del mismo tono con su co- rrespondiente tamboril tocan la primera y segunda voz; la tercera es cantada por otro mayor llamado txistu-aundi (silbote), que afinado una quin- ta inferior forma el bajo del trío. Como por su largura son precisas las dos manos para su manejo, no lleva tamboril in- dividual. Son dignos de toda admira- ción, por su portentosa des- treza, los músicos que suelen formar estas bandas de txistu de las erandes poblaciones vascas. Y aun cuando los espíritus refinados prefieren oír la mú- sica euskalduna en la :ncan- tadora . sencillez del txistulari tradicional único, que vierte sus melodías clara, limpia y puramente, sin dúos ni armo- nizaciones artificiosas, hoy es imposible prescindir de las bandas de txistu. Al contrario, hay que fomentarlas y llevar- Antonio Elizalde, txistulari de A mayur, con su tambor lás a la mayor perfección po- acompañante de Arizcun, saliendo del pórtico de la iglesia del pueblo de Lecároz, en las fiestas de San Bar- sible. tolomá

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