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E Jueves, nos lleva a reparar por la tarde, a los pies de Cristo, ¡único verdadero reparador! Es evidente; la Hora Santa Eucarística ofrece un me- dio eficacísimo de reparación; y es evidente que tiene una grandisima actualidad. ¡Peor es expiar!... He aquí la indiscutible actualidad del Jueves eucarístico. y ¡Hay que bendecirlo!... Sea... un alma so- litaria que en el Sagrario de su amor conmemora; o bien sea la fervorosa solemne conmemoración de nuestros coros: sea... un alma solitaria que junto al sagrario de su amor, o en el silencio de su casa, clama por los pecados del mundo... ¡per- dón, Señor, perdón!; o bien sea la muchedumbre clamorosa y ferviente que en la Hora Santa Eu- carística aplaca y desagravia al Señor... ¡hay que bendecir la «conmemoración agradecida» de los Jueves y su «reparación amorosa». Esto... ayer Hoy, la actualidad de los Jueves es mayor; inmensa; hermosísima, después del «Breve Ponti- ficio». ¡Bendito sea Dios! í Cantemos con amor esa plegaria litúrgica que se incluyó, felizmente, en el programa de nues- tra Hora Santa Eucarística. Roguemos por nuestro Pontífice Pio XI El Señor lo conserve y lo llene de vida, y lo haga dichoso en la tierra, y no lo deje al de- seo de sus enemigos. ¡Era providencial!

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