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todo, muchos de sus miembros han escrito pági- nas de amor muy poéticas. Mas, la Obra colec- tivamente tomada, o sea la Archicofradia, como que en su conjunto abarca todas las parroquias y to- dos los lugares, lleva a cabo otro apostolado más intenso y público. Desearía ceder la pluma a al- guien que estando al tanto de la obra y leyendo la colección de la revista «Jueves Eucaristicos», tuviese la frescura de la verdad y sinceridad de plu- ma para relatar este aspecto de la encantadora y apostólica obra de que venimos hablando. Los Jueves tienen lista de los lugares o pa- rroquias más abandonadas y frias; y organizan ex- cursiones a ellas, para levantar el espiritu eucaris- tico. La Eucaristía les pone «Alas de amor». í Periódicamente, la Dirección determina el día de la expedición y anuncia las condiciones en que se llevará a efecto. No es, obligatorio alistarse en dicha expedición; pero siempre se reunen va- rios coros fervorosos de los socios más valientes y desocupados, y allá van, como ángeles de paz, como nuevos apóstoles de la Eucaristía. Dicho se está que, previamente se ponen de acuerdo con el señor Cura del lugar y son recibidos solemne- mente. Una vez en la Iglesia, acude la pobla- ción a curiosear. Ven los ignorantes lo que nun- ca vieron... Arrodillados ante el Sagrario mul- titud de damas y caballeros con su insignia... A veces lo primero que hacen estos es comulgar en coros duodenarios... Luego organizan alguna asamblea, ya en la iglesia, ya en algún salón capaz, y se celebra una velada o una función religiosa, según la condición del pueblo. Efecto del entusias- mo que esto produce, surge la figura de alguna