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ol, o existencia «la convicción de: que “la” tesis de las particularidades concurrentes de esté régimen político y social, que si no es el genésico, 841 menos, el de- cano de las libertades públicas, deben” forzosamente corroborar, como en efecto corroboran y" lo prueban todas las instituciones particulares 'del “solar euskaro, ora sean estas instituciones civiles '6, religiosas — cul! turales, comerciales o industriales. Puéde, sin embar go, todavía, si esto no basta, recurrirse para probar ó apreciar esta correlación en la propia espiritualidad del basko,*al "testimonio de esta misma República — por no decir de la América en general — porque, ella, esta República, nos demostrará sin ambajes ni dudas, que la inmigración baskongada ha contribuido muy honrosamente — tanto en el concepto moral como en el material — en la misma paridad de sus éxitos in- dustriales a la formación y al desarrollo progresivo de sus pueblos — especialmente los rurales; que la hospitalidad de sus “gizones” — que tanta y tan direc- ta participación han tenido en la población y en el desarrollo comercial y ganadero de las extensas plani- cies conquistadas al desierto — es proverbial; y que por efecto de esta virtud hospitalaria y de la natural franqueza e ingenuidad de su trato, intimó con el gau- cho de estas pampas y de las cuchillas orientales — desde la iniciación de la corriente inmigratoria, a las explotaciones rurales. Y, finalmente, el catálogo de las fundaciones piadosas del país, sean de beneficencia o de instrucción, que son las propiamente sintéticas de la caridad, nos lo demostrarán también, la muy alta proporción que en estas fundaciones guardan los aper- llidos' baskongados. Y a pesar de la notoriedad testimonial de estos .an- tecedentes históricos del pueblo basko — y de ser éstos los únicos en los códigos de las civilizaciones co- nocidas que no revelan o. acusan ninguna defección, en tiempo alguno, respecto al concepto. moral del hom- bre, de la nación, ni del poder — dado que nunca tran- Ssigió su régimen con la conquista, el dominio, la escla- vitud y las jerarquías nobiliarias, como tampoco tran-