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DE TERCIARIOS FRANCISCANOS 15 proteccién econdémica al estilo de los sindicatos, ni siquiera con fines econémi- cos altruistas. Es una entidad de fines espirituales, que por su organizacién, su espiritu y su caradcter puede influir, y de hecho ha influido mucho en favor de la sociedad. Noes accién econdémico-social, sino accién religioso-social la que la Orden Tercera presta en favor de la Humanidad. Unién y cooperacién de los Terciarios de las di- ferentes clases sociales En el Congreso Terciario de Montauban, celebrado el afio 1890 se recono- cié el caracter militante de la Orden Tercera; mas esto no es atribuirle cardcter agresivo. La Orden Tercera es militante a estilo de San Francisco, aestilo de Jesucristo, a estilo de la Iglesia. Ni San Francisco, ni Jesucristo, nila Iglesia han adoptado el procedimiento de la agresién. Y si éste es siempre condenable, lo serfa mas entre entidades o agrupaciones catdlicas. A los que manifiestan espfritu de acometividad violenta, se les pudiera decir: «Nescitis cujus spiritus estis», como dijo Jesucristo a San Juan y a Santiago. Aun cuando se trate de reivindicar derechos, todas las palabras y todos los actos y todos los sentimientos deben ir guiados e informados por la caridad, reina de las virtudes. : Con esto no aludimos tan solo a las violencias y desérdenes y enemistades condenadas por el Papa Benedicto XV en su carta al Obispo de Bérgamo (Mar- zo 1920) sino ala acrimonia de lenguaje que emplean muchos directores de ac- cién social, y que también fué denunciada y reprobada por el mismo Papa.en la referida carta. Y aludimos finalmente a los que en contra del dictamen y ense- fianza del mismo Papa (en la misma carta) solo se acuerdande reclamar dere- chos y no de cumplir obligaciones, con lo cual conculcan los principios de la jus- ticia y de la caridad. : Siendo la Orden Tercera una entidad que alberga en su seno inmenso nd- mero de todas las clases sociales, no puede tolerar que entre sus miembros se levanten barreras infranqueables que separen a unos de otros por ser unos ri- cos y otros pobres, 0 por ser unos patronos y otros obreros. La Orden Tercera procuraraé extender entre estos y aquellos los suaves lazos de la caridad, robus- tecidos por el cumplimiento de los principios de la justicia. El Terciario que por su talento, espfritu de ahorro, laboriosidad y por el fa- vor de la Divina Providencia haya llegado a ser rico y hoy es patrono, no olvi- de que es hijo de aquel Santo que buscaba a los pobres para comer con ellos pobremente en los umbrales de las casas, y que besaba las llagas de los lepro- sos. Y el Terciario pobre u obrero, no olvide que es hijo de aquel Santo que, siendo rico, se hizo pobre y despreciaba el oro como el barro y se abraz6 con Cristo desnudo y crucificado. El odio, la lucha y los recelos nec nominentur in vobis, Mas esto no bas- oe Concretaremos nuestro pensamiento valiéndonos de las ensefianzas de la giesia.

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