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12 CONGRESO REGIONAL Que no sean admitidos en la O. T. los que no son amantes de la concor- dia; que no entablen pleitos entre si, que mantengan la caridad con todos; que los Ministros visiten a los enfermos; que todos contribuyan a un fondo comiun para socorrer a los enfermos necesitados. Desde el tiempo de los Apéstoles hasta que San Francisco instituy6 la Orden Tercera, no sabemos que haya existido otro ejemplo de socorros mutuos como este. 1it Fin, caracter y espiritu de la Orden Tercera El fin de la Orden Tercera lo hemos indicado ya. Pero lo expresaremos mas concretamente con las palabras de nuestro Santisimo Padre el Papa Bene- dicto XV. (1) «Esta Orden tiene por fin guiar a sus socios a la perfeccién de la vida cristiana.» Ahora bien, como ensefian todos los autores de Ascética, la perfeccién cris- tiana es la caridad. Toda la ley cristiana se reduce a amar a Dios y al prdjimo por Dios, dice Jesucristo en el Evangelio. Luego la Orden Tercera tiene por fin directo el amor a Dios y el amor al projimo. gHay virtud mas social que esta? Por eso el Papa Benedicto XV en su citada Enciclica dice: «Quiere San Francisco gue en sus Terciarios resplan- dezca ante todo /a caridad fraterna, creadora de paz y concordia>. No hay arma més sanamente revolucionaria que el amor tal como lo quiso Jesucristo y lo pregoné San Francisco. Por eso el Santo de Asfs ocasioné en los pueblos una conmocién que el Papa actual califica de profunda y universal. San Francisco, ha escrito Guyau, puede venir a ser en nuestros tiempos el ar- tesano de las innovaciones verdaderamente sanas. (2) El espiritu y cardcter de la Orden Tercera es la penitencia, (5) que por eso San Francisco la distinguié con este nombre. Pero este espiritu y cardacter ha- llase integrado por las virtudes de que ya hemos hecho menci6n arriba, y cuyo fruto describe el Papa Le6n XIII con estas palabras: «Floreciendo la Orden Ter- cera se extinguiria el apetito desordenado de las cosas perecederas y no se en- contraria repugnancia para dominar las pasiones. Unidos los hombres por los lazos de la fraternidad, amarianse mutuamente, y tendriase el debido respeto a los pobres y desgraciados que son la imagen de Jesucristo. Serfan obedecidas las autoridades legitimas, en nada se ofenderia a nadie; disposicién de animo la mas eficaz para arrancar de cuajo la violencia, las injurias, el capricho por las novedades, la envidia entre las varias clases de la sociedad, en fin, todo hdébito vicioso de semejante naturaleza, de que trae su origen y sus armas el so- cialismo. Por tiltimo se arreglara perfectamente la cuestién de las relaciones en- tre pobres y ricos, que tanto da que hacer a los economistas. (1). Resumiendo La Orden Tercera de San Francisco tiene positivo valor social. Asf opina la Iglesia. Asi lo demuestran la intencién del Fundador, los articulos de la Re- gla y el cardcter y espiritu de la misma Orden. Pero no se entienda que la Orden Tercera es una entidad con fines de auto- @) Enciclica “Sacr. Proped." (2 Aznar-‘Accién Franciscana" (8) Pio X-"Carta a los tres generales Franciscanos.-8 Sep. 1912, 4 Enciclica “Auspicato".
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