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JJ ternado de Altura, donde tienen tambien la escuela de párvulos a su cargo; Colegios de Benaguacil, Benifairó, Albalat de la Ribera, Meliana;“el “de Amu- rrio en Alava; el de Nazaret en Valencia; el de Sodupe en Vizcaya. Tienen a su cargo los Hospitales de Carcagente y de Amurrio; habiéndoseles confiado la gran Clínica de la Cruz Roja en Valencia. Tienen en preparación varias funda- ciones más: pues las Capuchinas son muy estimadas por su espiritu de abnega- ción donde quiera que se las conoce. La joya de la Congregación es el Santuario de Montiel donde las Religio- sas dan culto a la imagen de Nuestra Señora, Patrona de Benaguacil. MASAMAGRELL.—Las Capuchinas Terciarias con los Exmos. Prelados de ¿Valencia y Segorbe. En olor de Santidad A una Congregación tan seráfica no podía faltar la aureola de la santidad extraordinaria. Entre las religiosas difuntas que merecieron del público el dic- tado de santas, mencionaremos dos: Sor Clara del Grao y sor Imelda de San- tander. Fué la primera una de las que murieron en Masamagrell víctimas de la ca- ridad en 1885. Distinguíase por su austeras penitencias y por su devoción a la Pasión de Jesús. Los viernes ayunaba a pan y agua y pasaba el día en profunda contemplación, derramando copiosas lágrimas. Sor Imelda de Santander fué un alma de las más angelicales que se han conocido. Vistió el hábito en noviembre de 1888, a los quince de edad, cuando llevaba dos años ya en compañía de las religiosas. A los 19 falleció en Ollería. Refiérense con gran admiración algunos prodigios operados por esta angelical Sierva de Dios. Es la Teresita de la Congreción Capuchina. Aprobación Pontificia La Congregación de Capuchinas Terciarias, apenas nacida, daba frutos su- perabundantes de virtud, caridad y abnegación. Y cuando estas Religiosas atraían hacia sí la atención y las miradas de los

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