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ORACION ¡Oh Serafín de amor, bienaventurado Francisco! El Señor demuestra en Vos sus complacencias escogiéndoos entre mil, para llenaros de los innumerables tesoros de su bondad. El os ha hecho el ornamento de la Iglesia y os des- tinó para hacer revivir el recuerdo de la cruz y el deseo del sacrificio. Vos sois la copia más exacta y viviente de Cristo Jesús, mostrando en vuestras manos, pies y costado las sagradas Llagas. Rogad por el mundo que ha olvidado de nuevo a Jesús, volvedle a la fé y a la práctica de los divinos mandamientos; rogad por la Iglesia, rogad por el Papa; rogad por vuestras tres Ordenes, por vuestros hijos y devotos para que practiquen vuestros consejos y se extienda en el corazón de la humanidad el reinado de Jesucristo. Acordaos, ¡oh gloriosísimo Protector mío San Antonio de Padua! que jamás se oyó decir que ningnno de los que acudieron a vuestra intercesión haya sido olvidado de Vos; animado con esta confianza a Vos acudo ¡oh Santo de todo el mundo! para que me alcanceis el amor de Dios, la devoción a la Virgen Santísima y los auxilios necesarios para la salvación y de un nodo especial la gracia que os pido si ha de ser a mayor gloria de Dios y provecho de mi alma. ¡Oh Sagrada Familia, Jesús, José y María! recibid esta familia que ahora se os entrega, protegedla y guardadla y confirmad en ella vuestro santo temor juntamente con la paz