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SEGUNDA PARTE Fztei-Taldea, (cortejo nupcial). Estampa -Ballet de S. Busto. Un deslumbrante sol de mediodía vierte su oro sobre el paisaje vasco. La bella iglesita aldeana,.la rica casa solariega y el limpio frontón de peluta se bañan en la alegría del verano. Al fondo se alzan los cerros euskaldunas, mostrando el verde manto de sus jugosos helechales. Los lejanos caseríos abren alegremente sus ventanas, como los sonrientes ojos de un rostro blanquísimo. Suena una elegante melodía; y el partido de pelota comienza valientemente El cantador de los tantos avanza con las cestas de los dos pelotaris. Aparecen los contrincantes, como desafiándose con ágiles sallos, piruetas y cabriolas. Echadas las suertes, comienza el partido, En medio de la emocionante cóntienda, suenan las tres campanadas del ángelus. Los pelotaris se descubren, interrumpiendo el juego. Las campanadas se alejan como tres blancas palomas. El ritmo de la música se hace más vivo; los jugadores luchan bravamente, hasta que uno de ellos cae vencido al errar un pelotazo ... Canta el txistu una luminosa melodía nupcial. Los elegantes recien casados, precedidos por grupos de pintorescos danzantes, aparecen recibiendo el homenaje Alorido de sus amigos. Pasan sonrientes entre arcos de flores y canastillas de manzanas y mientras el coro canta los versos idili- cos de Elizanburu a la paz del hogar euskalduna, suben al balcón de la casa, y desde allí presencian las variadísimas danzas, que en su honor se desarrollan en la plaza pueblerina. Como una visión bellísima, un grupo selecto de joven- citas con manzanas en las manos danza graciosamente el baile de las manzanas (sagar-dantza) de Baztán. Sigue la gran danza de honor INGURUTXO de de Leiza, y por fin mezclando los cantos de añoranza de la Navidad vizcaina con fuertes saltos y el sonar de lo flauta y tamboril, termina la deslumbrante fiesta vasca. R. P. H. ox E.