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supedi las ndiciones d la Iindulgyel ' s Rosas « Por 98 requisitos a 5 OLTA duiven: to 3 quotf 3 Ñ In: Vi vwqui- aba 1 14 qu 1 OS OS 11IChOos- ¿dl co- ! de j hacémos 1ez en la vusa, rozándo- 31 o 3l1s Lar DI 10 o Ñ U ] 111 Ñ « 1 y) 11 Y Ñ 1 pol ' hecho 1 "3 tación dicha d 1S - dalgel A ent der Jos nduitos a modo la- vorable y amplio, ni en conformidad con el tenor de las palabras, o si más bien encierra y represen- ta ese acto una arbitraria y odiosa interpretación Ñ o > Pa . A que, apartándose de las normas obligatorias su- ministradas por los cánones, limita y restringe la gracia alcanzada. Claro aparece ser ello cierto; e ' | fuerza de lo cual deben quedar y quedan estig tizadas en este papel, con el marbete de enemi de la verdad e inconeruentes, esas insinuaciones orales y escritas que han tenido la virtud de po- ner la pluma en nuestras manos. Y vayan, para remate, cuatro- líneas más. Entre los diversos modos de adquirir privilegios. hace a nuestro intento anotar los tres sicuientes: 1.2 La concesión directa; esto es, la hecha prima- ria y directamente; verbigracia, la Induleencia de la Porciúncula. 2.2 Por comunicación. o concesión ad instar, o por extensión; y «tiene lugar cuando el privilegio ya concedido a uno se extiende a otro. Esta comunicación es de dos especies: una que se hace en forma ¿qu imente principal (aeque princi- pali) o pariformiter (absoluta, principal, plena, per- fecta. llamada por algunos concesión ad instar, y sucede cuando tomando por' modelo la concesión anterior hecha a aleún otró, se concede a uno el mismo privilegio, pero de manera que este últi- mo tenga el privilegio en las mismas condiciones que lo tuviera si a 6l se le hubiera, concedido pri-

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