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w 90 PE las preces ad Summi Pontificis intentionem, puede rezarse, ad libitum, cualquiera oración vocal. Cumplidamente se aviene con el sentir de estos modernos autores la: doctrina de teólogos y maes- tros antiguos de- tan alto predicamento comi Suárez, Mazzotta, Felliuccio, Bossio, Diana, Leander, los cuales, frente a los defensores de la teoría de los cinco Pater y Ave, abrazaron y patrocinaron las de que basta una oración breve, una oración vo- cal cualquiera para llenar la condición de la indul- gencia. (San: Alf., Th. M., 1. VI, Tract. IV,-n. 538). Concuerda igualmente con ellos el Pontífice Benedicto XIV en su Constitución «Inter praetéri- tos», donde manifiesta, hablando del Jubileo, que basta tuna oración vocal breve, con tal que vava acompañada de la mental (S. Alf, 1. c.). Por úl- timo, la S. Cong. Romana aprobó en 22 de febrero de 1847, una respuesta, según la cual, se ganaba la indulgencia plenaria de la Porciúncula cada vez que se repetía la visita, deteniéndose un momento (parumper) en la iglesia a orar por: las conocidas intenciones del Papa (Bull. Cap., tomo 10, pág. 172). Un momento, dice: frase que incluye la sig- hificación de brevedad, un poco de tiempo, y que no se compone con la necesidad de prolongar la visita por el espacio que pide el rezo de cinco Pater, Ave y Gloria; rezo notable, como le llaman los teólogos. Ex verdad que no habría por qué agregar ni una palabra más, si ciertos libros, por fortuna rarísi- mos ya, y alguna revista, igualmente aislada, no vinieran, con manifiesto atolondramiento, a des- orientar y perjudicar con sus aseveraciones al pue- blo fiel, lastimando, sin advertencia seguramente, los sagrados fueros de la verdad. A desorientar y perjudicar digo; porque el pueblo. advertida la di-