BCCPAM000R00-1-07p31d00000000
He comprobado su miedo, un miedo feroz a protestar en público o a 1a caral de capataz... Miedo que provenía ante la inseguridad en el trabajo, ante las represalias, ante el castigo de las dos horas... Hubo veces en que tuve que intervenir para parar los pies al capataz por pretender imponer castigos injustos. Recurrí varias veces al encargado general, etc. No es queja sin razón la que hace el obrero si he de hablar por lo que he vivido. He aprendido lo insuficiente de nuestro Sindicato, mejor la nulidad. Reclama– mos varias veces la Inspección de higiene y aún está por venir la inspec– ción, etc. etc. He aprendido que cuando nos uníamos para alguna acción en común -aunque existiera el miedo- había fuerza y que la unión del trabajador es fácil, aunque resulta muy difícil por causas ajenas a ellos. distintas Todo esto lo he aprendido con mis compañeros de trabajo. Creo que ya lo he advertido implícitamente al hablar del ambiente social que mis com– pañeros eran subproletarios, gente inculta, inmigrada, de aluvión. Solamente un compañero era vizcaíno. Los demás eran del Sur y de Castilla. Gracias a Dios, no todo es así. Entre la gente que he tratado y más en casa, ha habido grupos maravillosos. Hombres y jóvenes, cultos, algunos con carrera y entregados totalmente a la causa obrera. En el trato con estas gentes he visto y aprendido el auténtico espíritu de pobreza, Espíritu de solidaridad y de hermandad. Espíritu de compren– sión, aun siendo de ideologías dispares. Espíritu de entrega, hasta donde fue~ ra preciso. Hablé con deportados y encarcelados, francamente estupendos. Espíritu de sacrificio y de trabajo. Trasnochadas fuertes para luego madru– gar, trabajo en la fábrica y en .casa preparar reuniones, encuestas, etc. He comprobado que el tan cacareado separatismo vasco no es lo que se dice ni mucho menos. He visto que la única política que ambicionan es una política más justa, de más participación obrera, más auténtica y una econo– mía mejor. Lo que más insisten es en un auténtico Sindicato. Como método apostólico usan el método directo y de éste el testimonio y la acción común y solidaria, partiendo de la base y del criterio común. Conclusiones 1) Es necesario el sacerdote obrero. 2) Mejor en equipos sacerdotales y obreros. 3) No en plan de experiencia solamente, sino dedicado a ello por una vida entera. 4) Solamente el trabajo no llena la vida sacerdotal. Por eso es necesa– rio el equipo y equipo mixto. 5) El ministerio, además del testimonio, ha de consistir en formar equipos de acción obrera cristiana y apostólica. Aprovecho la ocasión para dar las gracias al M. R. P. Provincial y Defi– nitorio por la oportunidad que me han dado y pido a mis hermanos en reli– gión y sacerdocio que si sienten esta llamada hacia el apostolado obrero no tengan miedo a .sus dificultades. Yo he visto muy pocas dificultades; Será necesaria una vida de oración fuerte y una mutua comprensión en el equipo. Una apertura hacia nuevas ideas y métodos y un amor grande a 208
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz