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- 8.::- JESUS ES. CLAVADO EN LA CRUZ El Dios de nuestra vida sobre el leño bruto. Sus manos y sus pies tranquilos, firmes. Sus ojos se le escapan más arriba que las nu– [bes... y aguarda. Cuatro golpes... , luego dos... un gemido... san- • [gre... El ruido de los huesos que se rompen, cuerdas que r.esbalan contra el suelo duro... Y en la cúspide del día deicida la cruz que se eleva con el cuerpo traspasado. ¡ Qué trágico el silencio • junto al grito de la Madre lastimero! JESUS MUERE EN LA CRUZ Aun apretó los labios gustando la última amar– [gura. (En aquel mismo instante se hizo el viento de [piedra). Luego irguió sus ojos hacia el cielo.. . y los cerró. (Fué entonces cuando el día se hizo negro sin sus • [ojos). Por fin sus labios balbucieron: «Padre mío ·en tus manos se entrega mi espíritu• Inclinó su cabeza sobr.e el pecho dolorido... Y Ni una queja, ni un gemido. En las sombras de· la tarde [murió. brillaba la torl\lenta de su inmenso corazón. JESUS EN LOS BRAZOS DE SU MADRE La Madre Dolorosa apurando la amargura con el Hijo en las rodillas. Aun calienta con sus manos las del Hijo muertas, y traspasa con sus · ojos los del Hijo yertos, y le mira por la grieta del costado arruinado el Corazón de tanto dar... Aun le llora, aun le tiene, aun le mira... Frío como un hielo milenario se Je clava contra el pecho acuchillado siete veces. María Dolorosa con el Hijo muerto entre los [brazos. JESUS ENCERRADO EN EL SEPULCRO Y a 1.e llevan por la cuesta pedregosa del Calvario. Es de noche y no hay antorchas que iluminen. Corazones partidos, labios mustios sin decir sal- [modias. Y el Cuerpo del Maestro. en la blanca plegadura de la sábana limpísima. Resuena tristemente en la angostura d.el sepulcro la rueda tosqµísima .de piedra que lo cierra. Se van .. . se alejan... se pierden confundidos con [la noche. Y cuando son las sombras más negras y más tris– [te el silencio dos judíos con los clavos y un martillo van ¡¡ellarido la mansión de Jesús el Muerto. P. DAMIAN DE AOIZ.