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nuo y honrado. También, tremendamente justo. Te he dicho primitivo y no quiero que tomes esta palabra en un sentido peyorativo. Si es pri– mitivo lo es con lo bueno y lo malo que esto significa, con sus ventajas y sus desventajas. De cualquier forma, lo que si te puedo asegurar es que el pueblo gitano posee unos ex– traordinarios valores. - La mayoría de los gita– nos que viven en nuestra ciu– dad están marginados, ¿ver– dad? ... - Si, la mayoría viven en una situación de marginación realmente lamentable. - ¿Conoces a algún gitano universitario en Zaragoza? - Con vocación universita– ria, si. También se de uno que quería se_guir los estudios de la Universidad a distancia, pero no se si lo ha consegui– do. Te puedo decir que en Huesca hay algunos gitanos que son maestros. Pero no cabe las utopias, la situación económica habitual de los gi– tanos en nuestra ciudad no les permite aspirar a ir a la Uni– versidad, ¿no te parece?... - ¿Y ante la religión, có– mo es el gitano? - ¿Qué te indujo a dedi– carte tan directamente a la problemática gitana? - No me preguntes eso, Santiago, por favor. - Bueno. -Es qué... - Ya. Pero dime, ¿tiene la Iglesia planteamientos concre- -;;::¡:::' CALO" ERA UN ARMA DE lJ:tEFENSA PARA ELLOSOO - Muy profundo en sus convicciones. El gitano es muy religioso. Al ser, como antes te decia, un ser primiti– vo, mira la vida con una gran trascendencia. Esto no quiere decir que sea un hombre de mucho culto. tos hacia la problemática gita– na? - Si, claro. La Iglesia fué la primera que rompió lanzas en favor del gitano. Existe una preocupación por su evan– gelización, naturalmente, pe– ro más de promocionarles en todos los niveles. Mira, evan– gelizar no es solamente dar a conocer la palabra de Dios, ¿sabes?... Es todo aquello que ayude a liberar al hombre. Esto es evangelizar. - ¿Eres optimista cara al futuro, llegarán a convivir al– guna vez las comunidades gi– tana y paya con absoluta nor– malidad? - Si, creo que así será, se– gurísimo... Se ve el despertar de la gente. Ellos poséen, como te he dicho, unos valo– res inapreciables de los que también los payos debemos aprender. - Tengo entendido que , por ejemplo, su sentido de la fidelidad es muy profundo ... - Si. Y no sólo de la fide– lidad, también el del recato, el del pudor... - La prostitución no es un hecho frecuente, pese al mundo marginal que soporta, ¿no?... - Es inconcebible para ellos. - Se dice, también, que son muy machistas... - Si, lo son, pero de forma diferente a nosotros. Desde luego, entre ellos, la preminen– cia es del varón, pero la mujer tiene un profundo valor. Des– de luego, el timón es de ella. El mundo de los gitanos es ri– quísimo, Santiago... - ¿Cúantos años llevas de– dicado a ellos? - De siempre me he dedi– cado a la gente pobre, a los marginados. Desde hace ca– torce años trabajo con los gi– tanos. Y este cura que no parece cura, apostólicamente barbu- • do, de ojos penetrantes y un aura de bondad que le desbor– da, sonríe mientras estrecha mi mano con la suya, podero– sa y sincera. Yo diría, tras conocerle algo más , que es fe. liz. Pastor de tigres y doma– dor de osos, escanciando su ternura en -el cuenco de su verso, creo que mé mostró su estampa verdadera. Texto: Santiago VELASCO Fotos: Luis MOMPEL
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