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• Damiám lribarrén den antes a un payo que a un gitano. Esto es un hecho. - Sigue existiendo un tra– to paternalista por parte de las instituciones hacia el gita– no, ¿verdad? - Si, lamentablemente si, aunque es justo reconocer que algo se va cambiando en este sentido. La sociedad va evolucionando. Pero ocurre que al desheredado siempre se le trata con patemalismo. Oaro que, por fortuna, hoy ya se habla más de justicia. Y esto, ¿sabes?, es un problema más de justicia que de caridad. Pero quiero ser optimista y veo una reaccion positiva en la gente. Ya se va pensando que también ellos tienen dere– cho, que los derechos no son privativos de la sociedad "pa– ya". - Tu eres un ferviente convencido de que existe una cultura gitana diferente de la nuestra, ¿verdad? - Si, claro que si, rotunda– mente si. Eso es algo innega– ble. - ¿Y, a tu entender, cua– les son las principales caracte– rísticas diferenciales de su cultura? - No es •fácil responder a esta pregunta... Tienen mu– chos conceptos muy diferen– tes a los de la sociedad "paya". El mismo concepto de familia lo viven ellos con mayor pro– fundidad. Su sentido de la amistad también es más pro– fundo . Ellos entienden el tra– bajo como un medio de vida. Pero la familia la anteponen a todo y, por supuesto, también al trabajo. Ellos comparten lo que tienen. El trabajo, tam– bién. . La solidaridad entre ellos está mucho más desarro– llada. Lo que resulta induda– ble es que el gitano es muy personal en su trabajo. Se asegura que los gitanos que viven repartidos por los distintos paises europeos pre– sentan una serie de caracterís– ticas comunes: tendencia al nomadismo ; interés y conoci– miento de la trata de animales; afición a las prácticas supers– ticiosas, a las que ni ellos mis– mos conceden excesivo crédi– to ,... Y por supuesto, la len– gua. - Por cierto, Damián, ¿ha– blas el "caló"? - No. Tengo un dicciona– rio, pero no lo hablo. En la actualidad, está poco extendi– do entre ellos mismos, aun– que parece que últimamente soportar tantas persecuciones, su idioma era un arma de de- • fensa. Les permitía ·entender– se entre ellos, sin que los de– más supiesen lo que decían. - Hay quien asegura que los propios gitanos también son racistas... OR FORTUNA, HOY SE HABLA MAS DE JUSTICIA l'V"'\ QUE DE CARIDAD tA;., quiere resurgir algo. Hay un fuerte movimiento para con– seguirlo. Yo lo entiendo co– mo un auténtico tesoro de es– ,ta raza. Y como tal quieren conservarlo. Es lógico. Igual que los judíos. Además, al ser un pueblo que ha tenido que !.... No, no es así. Yo, al menos, no he vivido eso que dices. Ellos defienden lo su– yo, su cultura... Pero ellos ni se marginan ni marginan a los demás. Se defienden, eso si. - De cualquier forma , pa– rece que en otros paises exis- te hacia el gitano una actitud parecida a la que se da en nuestro país, ¿no? ... - Si, parece ser que si. Yo, personalmente no lo he vivi– do, pero tengo noticias de que es así. Quizás en Rusia estén mejor, puesto que se les permite desarrollarse confor– me a lo que ellos desean, manteniendo su cultura. - ¿Hay gitanos en otros continentes, además de en Europa? - En América, si. En otros continentes no lo sé. - ¿Hay diferencias entre las costumbres del gitano europeo y del gitano america– no? - Tengo entendido que no, que mantienen sus costumbres de forma semejante. - ¿Cómo es el gitano , Da– mián? - Mira,... el gitano es un ser primitivo, sencillo, inge-