BCCPAM000R00-1-07p28d00000000

Damián lribarren - Oye, Santiago, por favor, procura no titular con eso del "cura de los gitanos", ¿eh?... - Bueno, pero ... - Está muy visto. Ama el arte, en todas y cada una de sus manifestacio– nes: la música, la pintura, la poesía ,.. . Tiene varios libros puhlicados y distintos pre– mios conseguidos. No se en– fada, pero casi, si alguien se empeña en rebuscar aires lor– quianos cuando se sumerge en su verso fluido y cadencioso. Puestos a aceptar influencias, prefiere admitir la de Cernu– da, pero no de buena gana. - Oye, Damián, que yo quería que me hablases de la problemática gitana... - Pero. hombre, por favor . Ya estamos. La primera noticia que se tiene de los gitanos enAragón data de 1.425. Fué entonces cuando Alonso V otorgó un salvoconducto al gitano don Juan de Egipto Menos, por el _cual se le permitía ciercular con sus gentes por este reino nuestro. Su enfrentamiento con el Estado y la dureza de las medidas tomadas contra minoría inculta, dedicada al robo". En Aragón,en 1.510, existía ya un Fuero para su expulsión . En 1.575 se les impide que comercien y asis– tan a las ferias . En 1.619 se ordena la expulsión, bajo pe- AS QUE RACISTA CON LOS GITANOS, LO QUE LE OCURRE AL ESPAÑOL rv"\ ESQUENOLOSCONOCEt-e., ellos, que reflejan las pragmá– ticas, dan una idea de las difi– cultades sufridas por este pue– blo· singular a lo largo de los siglos. Los Reyes Católicos, en 1.499, dan la primera prag– mática, en la que ya se vierten algunos calificativos bien ex– presivos: "los gitanos son una na de muerte, µe todo aquel gitano que no abandone el traje típico , la lengua, las cos– tumbres y hasta el propio nombre gitano. Se les prohi– be que vivan en comunidades, qu~ formen "gitanerías". En 1.717 , Felipe V señaló cuaren– ta y una villas en todo el país como residencia obligatoria para los gitanos. Calatayud, Tarazona, Teruel, Daroca, Borja y Barbastro fueron las designadas para este fin en Aragón. Pero peor fué la "ocurrencia" del marqués de la Ensenada, quien planteó, nada menos que la extinción total de esta "desventurada ra– za". La actuación de la CÓro– na fué extremadamente cruel. Cumpliendo una ley de 1.749, todos los gitanos, hombres, mujeres y niños, fueron apre– sados y enviados a presidio, arsenales y minas. Campoma– nes asegura que fueron dete– nidos más de nueve mil gita– 'nos en todo el país. Zarago- • za, junto a Valencia y Sevilla, fué lugar de confinamiento · para mujeres y niños de esta raza. ¿Para qué seguir?... Ha– bría que esperar hasta media– dos del pasado siglo para que se produjese un cambio en el tratamiento del problema gi-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz