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DICI EMBRE MARACAIBO (Venezuela). 2.860. P. Buenaventura de Valencia. Muy joven comenzó su vida de apóstol en nuestras misiones, para las que se sintió llamado con especial vocación. Cuando sus trabajos en favor de las almas iban dando óptimos frutos la fiebre amarilla segó esta preciosa vida, que tan halagieñas espe- ranzas hizo concebir. Murió, confortado con los Sacramen- tos, el 8 de diciembre de 1909, de 27 años de edad y 11 de vida religiosa. MASAMAGRELL: Convento de Santa María Magdalena. 2.861. P. Daniel de Castellón. Ingresó en la Orden en la Provincia de Cataluña, y después de pertenecer a aquella Provincia durante varios años fué incardinado en esta de Valencia. Fué de carácter jovial y complaciente. Dedicado al minis- terio, en todos los conventos donde estuvo de familia cumplió con su deber, dando buen ejemplo de obediencia y sumisión a las leyes de la Orden. 'Traidora enfermedad je llevó al sepulcro, habiendo sido confortado con los Sa- cramentos. Murió el 8 de diciembre de 1935, de 68 años de edad y 42 de religión. Fué sepultado en el cementerio del pueblo, pero más tarde sus restos fueron trasladados al panteón del convento de la Magdalena. Apéndice núm. ...... Animae fratrum nostrorum defunctorum, quorum hodie memoriam facimus, per misericordiam Dei requiescant in pace. Pie Jesu Domine, dona eis requiem sempiternam Día 9 ALCIRA: Convento de la Encarnación. 2.862. Fr. Luis de Teruel, corista. En este joven se cumplieron aquellas palabras: Raptus est ne malitia mutaret intel- lectum ejus. Apenas comenzó la carrera de la virtud en la Orden le acometió la muerte. Estando en los últimos momentos de su vida vió a doce capuchinos que subían al cielo, y entre los cuales conoció —según dijo— al Padre Antonio de Pamplona, al P. Gregorio de Cuatretonda, a Fr. José de Como, corista, y Fr. Jerónimo de Navarra.