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185 indígenas, a quienes enseñaba el trabajo y cultivo de la tierra. Su larga vida de misionero fué una constante predi- cación con el ejemplo de la sencillez seráfica, por lo que se hizo cordialmente amado de todos. En Ríohacha enfermó gravemente y recibió los Sacra- mentos, pero habiendo mejorado los Superiores le trasla- daron al orfelinato de San Antonio, y allí murió al poco de haber llegado, el día 31 de mayo, día de la Virgen Me- dianera Universal. Toda su vida deseaba morir en una de las festividades de la Virgen. Contaba 69 años de edad y 50 de vida religiosa. Apéndice núm. Animae fratrum nostrorum defunctorum, quorum hodie memoriam facimus, per misericordiam Dei requiescant in pace. Pie Jesu Domine, dona eis requiem sempiternam.