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1.204. MURCIA: 1.205. 159 P. Miguel de Alpera. + 1756. De 44 años de edad y 26 de profesión religiosa. Convento de San Antonio. P. Pablo de Murcia. Fervoroso sacerdote. Al estallar la revolución marxista se hallaba de familia en el convento de Totana y pudo refugiarse entre sus familiares. Murió el 4 de mayo de 1939. Apéndice núm. Animae fratrum nostrorum defunctorum, quorum hodie memoriam facimus, per misericordiam Dei requiescant in pace. Pie Jesu Domine, dona eis requiem sempiternam. Día 5 SEGORBE: Convento de San Francisco. 1.206. 1.207. Fr. Anselmo de Valencia, diácono. Solamente vivió en la Orden seis años, pero hizo tales progresos en la virtud que llegó a ser en su tiempo el modelo de todos los religiosos sus hermanos. A pesar de la complexión delicada y débil, se entregó a una vida de muy dura mortificación. Ayunaba con frecuencia a pan y agua, dábase sangrientas disciplinas y apenas concedía a su cuerpo por la noche un ligero des- canso. Su oración era continua, y aunque se dedicaba a ella todo el tiempo que le era posible de día y de noche, jamás se encontraba satisfecho. A la temprana edad de 22 años, confortado con los Sacramentos, entregó su alma a Dios el 5 de mayo de 1618. De 22 años de edad y 6 de vida religiosa. P. Bernardino de Jávea. + 1619. De 24 años de edad y 5 de religión. ONTENIENTE: Convento de San Cristóbal. 1.208. P. Bernardino de Torrente. Dedicóse en el siglo al comercio de sedás en Játiva. A los veinticinco años de edad pretendió ingresar en nuestra Orden, y después de haber arreglado todos sus asuntos vistió muestro santo hábito. Era en ex- tremo observante de la Regla y Constituciones. Ayunaba las Cuaresmas de N. P. San Francisco y en todo aparecía un fiel hijo del Seráfico Patriarca. Encontróle la muerte lleno de méritos, y fortalecido