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ABRIL 153 ventos de Jijona y Orito, y ya bien cumplidos los cincuenta años marchó a la Misión de la Guajira; y a pesar de no ser ya joven desarrolló en su nuevo campo de apostolado las energías propias de la juventud. Fué Director del orfe- linato de San Sebastián de Rábago y más tarde párroco de Valledupar, y en este ejercicio visitó los pueblos si- guientes: Venados, Atanquez, San Diego, La Paz, Los Tupes y Badillo. Debido a la bondad de su carácter, que siempre fué la nota peculiar suya, se le estimaba mucho y consiguió no pocos frutos en el escaso tiempo que estuvo en la Misión. Confortado con los Sacramentos, murió san- tamente el 30 de abril de 1931, a los 54 años de edad y 38 de vida religiosa. Apéndice núm. Animae fratrum nostrorum defunctorum, quorum hodie memoriam facimus, per misericordiam Dei requiescant in pace. Pie Jesu Domine, dona eis requiem sempiternam.
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