BCCPAM000CAP-929-CAS000000000

cines Hs E ia AN le JHS :4 con este opúsculo no Tecos 2 afirmar y defender en presencia mía que ¿Y qué contestaré, pobre de mí, á quienes aseguran que la Provin gerá utilidad ni estimación? Sellaré mis labios siempre que ose | ro.” vale poco; que el triste privilegio reservado para este volúmen será el de no a arse pa s SS a a retener el polvo que sobre él pose en el día primero que le hicieren merced de un lugarc ito en os ana- queles; y embellecer la biblioteca con la hermosura del canto, (aunque no será tan despre ciable é inútil éste tomito, que ha sido causa ocasional de la impresión de otros libros en cuarto; y del hallazgo ¡MPa derable de nuevas é inagotables fuentes; y de la adquisición de abultados legajos; y del abastecimiento] del archivo provincial; y de la selección, división y clasificación de libros y documentos; y del comien= zo de un índice copioso de materias). En silencio oiría yo. donaires, asudezas, diatribas y catilinarias;4 mas nadie se querellará porque, temeroso de que motejen y baldonen también á los patrocinadores de esta estadística, desate mi lengua y, olvidándome de mi buen propósito, € 'scriba preguntando. ¿Han ¡ » Es Ñ uy de E + 1 cambiado por ventura las palabras al compás de los hombres y los tiempos” ¿En l nuevo vocabulario lable y honroso descubrirse és hay palabras nuevas para expresar las ideas del honor? ¿Ya no es lau clinarse ante los santos, ofrecer homenaje á los héroes, acordarse de los bie hechores, echar los funda= mentos de la historia delos varones ilustres y misioneros apostólicos y desbrozar el camino y fijar los mojones que orienten y sirvan de guía á los que, Dios queriendo, acometerán con denuedo la empresa de componer la Crónica de nuestra Provincia? Pues editar este libro equivale 4 descubrir una estátua $ deFidias ó Montañés; erigir un monumento colosal que eternice y levante del sepulcro del olvido “4 muchos héroes; incrustar en las paredes del vestíbulo ó de la sala capitular del hospital y de JN de misericordia la lápida de marmol, en que fueron esculpidos todos los nombres de los más insignes* bienhechores (que eso cabalmente han sido y son los que se hanido sucediendo y han logrado que esta Provincia no haya descendido al panteón de las cosas y personas que fueron ayer y no ocupan ya hoy lugar en el teatro del mundo); formar el arbol genealógico de la familia, (denominada, hasta elaño 18358 Provincia de Frailes Menores Gapuchinos de la Encarna ción de las dos Castillas, $ y apellidada, desde 1889, Provincia del S. Corazón de Jesús de Castilla); y si el lienzo y el per-* gaminoy la lápida de marmol y el monumento y la estatua no son solamente prenda y señal de la ex- 4 celencía de las personasá quienes se dedicaron, sino que dan además elocuente testimonio del bU8N

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz