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+ XI JHS labones del año 1835, con los de la Restauración, sin peligro de que surja confusión al englobar á los Capuchinos de las Provincias españolas, reunidos primero bajo la dependencia del Rvmo. P. General en Bayona, obedeciendo después en Andalucía, Vasconia, Valencia y Santander al Rvmo. P. Comisa- rio General español, constituyendo más tarde, disuelto el Comisiarato General, (1885) una sola Pro- vincia española, incorporada á Roma; para que así la fusión de todas las Provincias españolas como la división llevada al cabo en el año de 1889 y resurgimiento por tanto de Castilla, se hagan sin detri- mento de la verdad y claridad; repito el número de orden con la señal * al reincorporar algún exclaus- trado del año 1835, y continúan aumentando dichos números de orden al inscribir novicios que, hecha la profesión solemne, de hecho ó de derecho debían ser computados entre los afiliados legítimamente á Castilla por muchos ó pocos años. Si es éste libro de poco mérito, así por las cosas que contiene co- mo por la manera de proponerlas, fallarlo ha el encargado de escribir la historia general de los Capu- chinos; si, por la composición y presentación material, advertiremos de . paso que nunca estuvo en nuestro ánimo legar á las generaciones venideras, un monumento tipográfico. Deber mío es manifes- tar con llaneza y sinceridad que los Superiores Provinciales, han preparado el camino para elaborar con madurez una obra acabada y completa. Alcánzada la devolución del «Erario» en el trienio últi- mo del M. R. P. Ladislao M.2 de Rionegro, con éxito lisonjero, en el siguiente del M, R, P. Mariano de Vega, recorriéronse las ciudades de Toro, Toledo, Valladolid y Segovia, y las villas de Madrid, Rueda, Cantalapiedra, Esquivias, Laguardia y el real sitio de El Pardo, recuperando libros y manus- criptos pertenecientes á los conventos de las tres primeras ciudades y el catálogo incompleto de la bi- blioteca de Esquivias; en el año tercero del trienio del M. R. P. Lorenzo de Arraiz dirigióse el Cro- nista al Rvmo. P. Joaquín de Llevaneras, solicitando su beneplácito para examinar por sí mismo el ar- chivo de Lecaroz; y el discreto é infatigable Exprocurador de las Misiones de Ultramar, ahorrándole tiempo, molestias y disgustos, remitió todoslos libros y legajos, que, entonces pudo reunir; y mas tar- de, accediendo á las reiteradas instancias del mismo Cronista, envió los documentos de Madrid y del Real Sitio del Pardo, con la clausula de reversión de los mismos, en cuanto fuesen copiados. Suprimido el Distrito Nullius, anudáronse las excursiones, abriéndose de par en par las puer- tas del Archivo Provincial de Cataluña (Sarriá), siendo registrados los papeles que al Cronista pre- EI Ao e PQ ” m— a E - ... pe , e tee