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poe 17 303 plegasen para su persona en ocasiones dadas la magnifi- cencia y las riquezas: para cenar por la tiltima vez con | sus apéstoles eligié un salon suntuosamente adornado (1); para ser sepultado, un cenotafio de rey, un sepulcro de principe (2); y por fin, permitié que una mujer rica y piadosa derramase sobre sus piés y cabeza un pomo en- tero de purfsimo nardo (3)s y_alabé esta accion, y la en- salzé, y dijo que esa mujer habia hecho una obra bue- na, y que no se anunciaria su evangelio en parte algu- ha, sin que se refiriese esta accion para memoria y loor de aquella mujer (4); y la alabé, para confundir al més incrédulo de los hombres, al hereje mas pérfido y al ra- cionalista més feroz que ha habido, quien habia gritado contra el llamado por él desperdicio de un tesoro, dicien- _ do que podia haberse vendido y repartido 4 los pobres, ‘siendo asf que él pensaba poco en los menesterosos, y era un ladron, que intentaba hacerse rico, robando frau- dulentamente los bienes y tesoros del naciente reino de Cristo (5). El rey habia hablado, mandando 4 todos que de lo que les sobraba diesen limosna (6); pero advirtiéndoles que ni un vaso. de agua fria, dado en su nombre y por su amor 4 uno de sus discfpulos, quedaria sin recompensa- (7). Colambrase, pues, cual es el género de relaciones ex- _ teriores que han de existir en el reino de Cristo entre es- _ te rey y sus vasallos: son estas él dar y el recibir; ad- viértese ademés, cual es la potencia motriz que les ha de dar animacion y fuerza viril: es el amor y sdlo el amor. El rey ama tanto 4 sus vasallos, que se les da todo en- tero, después de haber consagrado 4 su bien toda su vi- (1) Mare. cap. 14. v. 45. (2) Mat. cap. 27. v. 60. (3) Joa. cap. 12. v. 3. (4) Mat. cap. 26. v. 43. (5) Joan. cap. 13. v. 5. 6) Luc. cap. 41. v. 40. fa Marc. cap. 10. v. 40.