BCCPAM000760-5-03p11-19d00000

hallaba en una cierta decadencia, mientras que los mo– v i mientos evangélicos populares (cátaros, va l denses, etc . ) daban a la mujer una participación muy notable. 2. Un hecho sorprendente . Es éste: Durante muchos año s , más de seis, no aparece ninguna mujer entre los compañeros o simpati~ zantes de Francisco. Se puede dar como dato cierto que Francisco no preveía que en su movimiento de vida evan– gélica hubiera también mujeres. lPor qué? Posiblemente l as r azones son var i as. Franc i sco no se sintió 1 !amado a un proselit i smo que incluía el apostolado directo con la gente y hasta una cierta "propaganda", como era el caso de los grupos heréticos. Además, lcómo una mujer i ba a aceptar la condición de "exc l uído " que é l había tomado para sí y sus hermanos? Y lcómo él iba a hacer partícipe a una muje r del fuerte rechazo que él mismo tuvo entre los de su casa y los de su pueblo? Pero todo comenzó a tomar otro rumbo por causa de dos he c hos: la aprobación pontif i cia de l grupo de Francis– co y l a entr ad a de Cl a r a en e l camino franciscano. Sí , una vez que e l Papa dio su aproba c ión al proyect o fran – ciscano, aunque no fuera más que de palabra, los herma– nos se sintieron con un apoyo moral que lanzó a l g rupo a un camino d e finitivo en el seno de l a Iglesia. Por ot ro l ado l as cosas camb iaron de signo cuando u na chi– ca de Asís , Cl ara, pr i ma d e un compañero de Francisco, Rufino, se d e cidió a aceptar el mismo estilo de vida que su compu e bla no. 3 . lQuién er a Cl ara ? Clara nació e n 1194 (era once años más joven que Fra ncisco) e n el s e no de una fami li a noble. Educada en una r e ligiosida d stand ar (lee Proceso de Cl ara, PCl, XVll, 7). Debí a se r muy g ua pa , por l o q ue su f amilia le ha bía busc ad o u n novi o d e su nive l que le hi zo ser i as prop uestas de mat r imo nio (PCl XVlll,lss). Pero, lqué ocurrió en e l cora z ón de esta chica de diecisiete años cuando, oyendo habl a r a Francisco, se decide a hacer lo l o mi smo que é l ( PCl XX, 6 )7 . Parece q ue Fr anci s co d ir i -