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quizás con más r adicalidad que los monjes. Hay . que dec i r que estos g r upos p r opugnaron y v i vieron una notab l e reforma espiritual y mo r a l . Pe r o algunos de ellos no pud i eron soportar el escándalo de una I glesia apegada al poder, al dinero y a la co rr upción moral. La hostili– d ad fue creciendo hasta llegar a una verdadera r uptura ~on l a instituc i ón eclesia l que se hizo a su vez más int r ansi – gente, aunque con l nocenc i o 1 11 se l l egaron a s~iza r cie r tas pos tu ras . Al gunos de es tos g r upos fue r on: l os hum i 11 a-=– dos , l os cá t a r os , los va l denses, los pob r es de Durando de Huesca, etc . Veamos un poco más l os dos más impo rt antes . Los cátaros (pa l abra gr i ega q u e sign i fica "los puros") div i dían a la Iglesia en bue nos o puros y ma l os. La manera moral de vi– vir, l avalorac i ón de la Esc r itura, la pen i tencia y lapo– brez a eran l as notas con l as que hac í an ese d i scern i mien – to e l ementa l . Todo e l que no se ajustaba a esa visión de l a fe cristiana era cons i derado por e l los como un pagano. No es de e x trañar que, a pesar de su reciedumbre de áni mo, terminaran con e l t i empo f uera de l a I gles i a . Como tal vez se dedica r o n más a d i scus i ones q ue a v i vir práctica– mente lo que dec í an, un ta l Pedro Va l do, r i co come r ciante d e la ciudad de Lyo n , abra z ó una v i da de pobreza y fu ndó un movimiento e vangé li co que tomó s u nombre : l os va l d e n– ses. Cuando, pasando e l t iempo, l a jerarqu í a catól i ca les proh i bió predicar, llegaron a romper con l a Ig l esia di– ciendo: "Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres" (Hech 5 , 29) . As í lo que en pr i ncip i o se había presentado como un movimiento de renovación ec l es i a l , se convi r tió en una herejía . ' 4 . lCómo i n f l u yó todo esto en Franc i sco de As í s? El ambie n te sociopolítico de As í s a comienzos del sig l o XI 11 se ajusta perfectamente a l descr i to anter i or– mente . C i udad e n luchas con su convecina Perugia, con mu– cho e inte nso comercio . Era una i glesia depend ie n t e de l a dióces i s de Roma . El latigazo de los mov i mien t os heréti– cos se hac í a s e ntir frecuentemente .

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