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4. Algo más que una simple casualidad. • Lee con detención el relato de LM 13 , 2. • "Los Últimos años de su vida, sobre todo, tal como lo cuentan los escritos, han estado impregnados de una búsqueda del sentido y va– lor de Cristo sufriente y crucificado" (Cfr. el apartado C,2). • A Francisco la Cruz le grita Amor . En el Crucificado encuentra la expr esión más potente del amor de Dios y le urge con irr esistible fuer za a corresponder con amor. • Un día no aguanta más y llora con harto sentimiento (Lp 78) •Ose lanza por los caminos gritando: "El Amor no es amado" • La devoción a la Cruz no es en Francisco obsesión sino posesión del Amor: • Es especialmente significativa la oración que hace en la fiesta de la Santa Cruz, poco antes de recibir la impresión de las lla– gas (Cfr. Ll 3; en Escritos al principio de pág. 910). * Y esto porque "amor con amor se paga" No hay otra moneda de cam– bio. 5. Reflexión - Diálogo - Celebración. • El dolor es el alambique del amor . Cierto. La señal de un amor au– tént ico: el dolor. La prueba de un.amor inequívoco : el dolor . El su– frimiento es en este valle la expresión más nítida del amor. Sin amor nada se soporta. El placer va con frecuencia plagado de egoís– mo. ¿puedes demostrarlo con ejemplos reales? • Estas son las expresiones de quienes han descubierto en Cr isto el sentido del dol or: * Gál 2, 19s. * 2C 211 (al final). • Puedes orar el viernes recitando el Oficio de la Pasión tal como lo confeccionó san Francisco . Distribuyendo las distintas horas del Ofi cio a l o largo del día. • Ante el Cristo de san Damián, colócate en actitud reverente. (Brazos en Cruz? Dependería del valor que dieras a esta expresión corporal) y da rienda suelta a tus sentimientos religiosos . • Puedes adoptar la costumbre franciscana de recitar la exclamación : "Te adoramos, Santísimo Señor Jesucristo aquí y en todas las iglesia~ que hay en el mundo entero y te bendecimos pues por tu santa Cruz has redimido el mundo" (lC 45; LP 65; TC 37; AP 19).