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pañeros , a un eremitorio del monte Alvernia . Su estó– mago estaba deshecho , sus ojos casi ciegos, y además sufria un agotamiento general. La Orden iba por derroteros que él ni compartia ni podia controlar ya . Es en esta situación de tanta limitación cuando reci – bió en su cuerpo Zas llagas de Jesús (lee TC 69) . Sin entrar en detalles explicativos que nunca llegarán a conectar con el sentido profundo de esta experiencia única de Francisco, podemos decir que éste es el fi – nal de un proceso singular de meditación, imitación y vivencia de Za fe en Za pasión y cruz de Jesús. Los últimos años de su vida, sobre todo , tal como lo cuen tanlos escritos, han estado impregnados de una búsque– da del sentido y valor del Cristo sufriente y crucifi– cado . 3 . Qué ha supuesto para Francisco Za cruz de Jesús . Ya dijimos cómo Francisco ha aprendido en Za Eucaristia Za experiencia única de lo que es Za cruz de Jesús como hecho que concentra toda Za vivencia del Jesús de Za 1¡,istoria . Para entender bien cómo inserta su comprensión de Za cruz en Za eucaristia tenemos que tener presente una cosa: Francisco tiene una idea con– creta de lo que es el hombre . El no se inventa esa idea sino que Za coge de Za mentalidad del tiempo en que vive . A eso se le llama "Za idea agustiniana del hombre" porque proviene de los tiempos de san Agustin (quien a su vez se inspiró sobre todo en el filósofo Platón). ¿Cuá l es esa idea agustiniana que Francisco tienedel hombre? Esta : el hombre se halla desgarrado y su existencia se halla perdida; Za salvación sola– mentele podrá venir de Za autoentrega gratúita de un Dios de amor que comparte Za suerte del hombre . Ese es Jesús . Cuando el hombre cae en Za cuenta de esto , se deja llevar del amor que en Za cruz ha acogido su vida perdida y en Za fuerza de ese amor es capaz de organi zar su vida de modo nuevo . Asi empieza a vivir bajo Za pura inspiración del espiritu y es capaz de desprenderse de lo que le estorba en este camino , has -