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porque el pesebre eqta vacio) , por eqo Jesús es comprendi – do en el misterio de su humildad y su pobreza, de su ex– clusión e indefensión ("pobre rey", "pobre ciudad", "niño inválido") . Es el nacimiento como misterio de pobreza . De ahi brota el gozo espiritual ( ! tan distintos!) que le ha– ce relamerse de gusto . En tono parecido se expresa el pa– ralelo de san Buenaventura (LM 10,7). De un modo más sistemático narra 2C 199- 200 el estil O franciscano de la Navidad conjugando lo festivo que dima – na de Za compre ns ión del misterio y esa penuria y pobreza que ha envuelto el nacimiento de Jesús . Con facilidad de – riva el autor en una alabanza a la pobreza cuando descri – be ese entrañable suceso de Francisco comiendo en tierra y con lágrimas en los ojos al recordar la penuria total de Jesús y de la Virgen . Algo más legendario es el pasaje de EP 114 (LP 14) en el que el Santo manifiesta el deseo de que a las alondras no les falte el grano el dia solemne de la Navidad del Señor . Vuelve el tema de la pobreza y el gozo que da un despojo salvador . Ahi se cita aquel acertado dicho de Francisco : "solamente después que el Señor ha nacido por nosotros , hemos podido ser salvos" . En conclusión : vivir el misterio de la Palabra hecha hom– bre al estilo de Francisco es vibrar por Za humanidad salvadora de Jesús en el gesto prometedor y entrañable de su comienzo histórico . Este comienzo cobra su sentido des – de la óptica de la cruz , momento supremo de la historia salvadora del Señor . Desde ese despojo se entiende lapo– breza concreta del momento del nacimiento , pobreza que al ser entendida como camino salvador de Jesús es también pa– ra el creyente algo válido y fecundo hasta provocar un go– zo que pueda ser celebrado en la liturgia y en gestos fes – tivos. Asi comprende Francisco la humanidad de Jesús, su hecho salvador . como algo quepa tenido comienzo en la historia y de cuya comprensión depende mucho el estilo de vida que uno pretende llevar .