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tado - sa Zva dc aeZ h ombre . Lo más nuclear de su vida , Zo más váli do , lo ha constituido es~a apasionada búsqueda de Dios . Animo constante y sereno para e l franciscano que sient e disminuir su tensión cristiana en un con – tex~o socia Z que, al parecer, no incluye en sus planes el de buscar a Dios . Y también un rasgo de modernidad ya que e l mundo secular de hoy recha za a Dios manipul a – do por el hombre . 3. Un seguimiento en obra s constantes y sonantes Francisco ha comprendido mu y bien que no se sabe nada de Jesús mientras no se le sigue, ·mientras n o se constata que Za Palabr a d e Jesús está empeza ndo a cam– biar el estilo de vida que uno lleva . Es to arranca en Fr ancisco desde los p r imeros dias de su conversión cuand o cambió de clase social al descubrir en los ex– cluidos, los lepr osos, un valor real como personas que eran . Esa fue la ver dadera conversión, Za de la vida. Hoy que en el hombre está tan claro eZ compromiso so– cia l y poZitico, eZ compromiso por Za liberación de to – da opresión histórica, se encuentr a aqui un estimulo a hacer del seguimiento algo constatabZe, algo que tenga que ver con la vida, con e l hombre en debilidad . 4 . Reverente con Za Iglesia Francisco ha conocido un clima eclesial tan con– vulso como el nuestro o más , salvadas Zas distancias . Su opción de reve r encia y obediencia a la Iglesia ha ido a contrapelo de cualquier rebeldia ambiental . ¿Qué ha descubierto Francisco en Za Iglesia para habe r le g u ardado tal fidelidad? . Ha visto que solamente ella es la garantía de su fe ; que anicamente ella puede asegu – rar le Zo que su débil corazón de hombre a veces pone en cuestión: que tiene en Jesús un Salvador; solamente Za fe en Za Iglesia hac e que eZ creyente no caiga e n ilumi nismos, en imaginaciones vacias . Lo más hermoso de - Francisco no es su adhesión a Za Iglesia sino Za s hon – das verdades que sustentan esa adhesión. EZ franciscano sabe muy bien que su fe en Jesús fuera d e Za fe ecle – sial es algo que no es Zo suyo . Por eZ contrar io, el aprecio a Za Iglesia es justamente por cau s a de Za fe,

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