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Hay también una serie de escritos perdidos. Conocemos que existieron porque hay referencias a e l los en las bio– grafías . Así : las cartas de Francisco al cardenal Hugol i – no (lee lC 100 ); algunas cartas de saludo y exhortación a los hermanos (lee lC 82); algunos escritos a Clara y sus hermanas (como se dice en el Testamento de Clara ) ; una carta a santa Isabel y otra a una madre cuyo hijo es– taba enfermo. Es una pérdida sensible, sobre todo las cartas a Hugolino, ya que así habríamos conocido detalles nuevos de la primitiva fr aternidad franciscana. Con el correr del tiempo también se han atribuido a Francisco otros muchos escritos, pero son falsos o por lo menos dudosos. Los autores recoge n hasta cerca de 30 . Nosotros destacamos solamente uno: la famosa oración so– bre la paz (Oración simple)atribuida a san Francisco (Se– ñor, haz de mt un instrumento de paz) . Es una oración bellísima y que concuerda con los sentimientos personales de Francisco. Pero, ciertamente , no es de Francisco. Apa·– reció po r primera vez en este siglo , antes de la primera guerra mu.ndial. Posteriormepte se l ·e atribuyó al Santo. Cobró gran difusión sobre todo a partir de su recitación por el senador amer i cano Tom Connally en la sede de la Conferencia de la ONU en 1945. 4. ¿oónde leer los escritos de san Francisco? Hoy tenemos muchos medios para acercarnos a esos escritos . Hay unas ediciones de bolsillo muy bien edita– das y a precio muy asequible que contienen los escritos personales de Francisco y Clara (la de J. Garrido, la de l . Iriarte , etc). Pero nosotros recomendamos el libro de la BAC (San Francisco de Asís. Escritos. Biografías. Do – cumentos de l a epoca. Ed. preparada por J.A. Guerra, BAC, Madrid 1978). Es una buena traducción crítica. Además de los escritos personales contiene también las biografías que los primeros franciscanos escribieron sobre Francis – co . En este sentido es un instrumento muy útil . Para quien desee hacer este curso de aproximación a l franciscanismo, el libro de la BAC será como el libro de texto. A él nos refer i remos siempre, las citas bíbl ic as