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tuLo y oficio de predicador a los que se habian examina– do para ello . Esta predicación era oficial, en Za igLe– sia, con un temario preestablecido, menos popuLar. Las dos formas se integraron en La vida de Lo s primeros her– manos menores . Con eL tiempo Za segunda forma comió eL terreno a La primera . Pero Francisco parece que siempre tuvo prediLección por La primera. Era como decir que a todo hermano menor incumbe La evangelización con medios pobres. Asi ha visto Francisco , de modo clarividente, que su orden podia prestar a La Iglesia un servicio de fe . Porque, en este caso, el vaLor de La predicación no dependeria ante todo de La sabiduria y grandes medios deL predicador, sino de su vivencia del Evangelio . TaL vez haya que decir, como nota tipica, que Za predi– cación de Za paz desempeñó un papel importante en Za predicación de Francisco (lee lC 36) y ese fue el tema de predicación que dio a los hermanos cuando , al princi – pio, los envió a predicar por Zos pueb l os d e dos en dos (lee lé 29) . EL que en t raba a Za nueva comunidad asumia el servicio de Za paz . Y ello tenia que reflejarse den– tro y fuera, en un modo pacifico de vivir y en un modo pacifico de hablar (Lee 2R 3, 10-11) y aun de saludar (Lee lR 14,2) . Una herencia hoy más preciada que nunca para toda persona de taLante franci$cano . 4. La vida en pobreza. Hay que decirlo desde e l comienz o : tanto para Francisco como para los hermanos de Za primera comuni – dad Za pobreza no era un fin en si misma, sino un elemen– to esencial en Za vida del que se dice discipuZo de Cristo, un modo peculiar de concretizar el camino deZ Evangelio . Cierto que los movimientos evangélicos popu– lares del tiempo, como los cátaros o Los pobres de Lyón, hacian incapié en Za pobreza evangélica. Tanto o más que Los franciscanos. Pero éstos no querian renovar La IgLesia con La amarga y dura critica que los herejes le hacian por causa de sus riquezas. Francisco y los suyos unian a su aprecio por una vida pobre el complemento de una vida humilde (Lee Za carta de J de Vitry en Za BAC 9.965). Hombres de casa y vestido pobre, de pretensiones humildes, de modos de vida sencillos. Este fue el estilo como entendieron Francisco y los suyos La · pobreza. Un

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