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Ahora bien, los que han estudiado a fondo los escri– tos del Santo ven con sorpresa que hay grandes dife– rencias de escrito a escrito, en cuanto a expresio – nes y estilo (compara , por ejemplo, la OrSD, tan simple y bella, con la CtaO, tan elegante). Esto no se puede explicar si no se admite que no siempre es– cribía el mismo hermano y que, por lo tanto, no to– dos eran igualmente cultos. Incluso más. La lengua original en que hoy tenemos los escritos es el latín. lTanto latín sabía Fran– c i sco? Seguramente no. El hablaba en la lenqua de su tierra (el italiano umbro) y hasta dicen que le gus – taba cantar en francés cuando estaba contento ( lee l C 16). Pero el l atín le tenía que ser más dificu l– toso por haber ll egado a ser lengua de escuela y de documentos oficiales a los que el pueblo era aje– no. Así que l o que hacía era dictar sus escritos en ital ia no y e l secretario l os ponía en lengua "ofi– cial", en latín. De este modo se explican muchas asperezas literarias que encontramos en sus escri– tos. Conocemos por una crónica antigua (la que se ll ama de Jordán de Giano) a uno de esos~hermanos que hizo de secretar io para Francisco. Se llama Cesáreo de Espira, y eraun gran bibl i sta. Dice la Crónica que él fue quien puso las c i tas bíbl i cas de la IR. Ojea la lR y comprobarás l a gran cantidad de citas y el acierto con el que es t án puestas. Las ideas cen – tra les son de Francisco, pero l a hermosa redacción es de Cesáreo de Espira. 3. lCuáles son los escr i tos auténticos de Francis– co? Actualme nte los estudiosos franciscanos dicen que hay que considerar como autént i cos escritos del Santo unos 36 . Nuestra edici-0n de la BAC trae 32 (lee el índice). En este caso habría que añadir una Bendi– ción a Clara, una carta a los habitantes de Bolonia, otra a Doña Jacoba, y otra a los hermanos de Francia.

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