BCCPAM000760-3-02p21d00000000

Sila En la santa pobreza ha de ser tal tu esmeró y cuidado, que i¡mites en cuanto puedas á nuestro glorioso P. S. Francisco, esforzándote á carecer de lo necesario, de que sin ofender á Dios se pue- de padecer penuria; no has:de tener más alhajas que lo que concede la Religión precisamente, unas disciplinas, un solo y pobre pañuelo, el Bre- viario, sin Diurno ni Semanero, el Santo Cristo, unas pobres suelas, un solo y* remendado hábito, pidiendo licencia para no admitirlo jamás nuevo, ni tampoco el manto, sino igual al hábito, dos pa- ños menores, pobres y groseros, y una ó dos cuerdas bastas con simples nudos. En la Celda no ha de haber más alhajas que unas tablas con las mantas viejas, y almohada de paja, algunos h- bros de'la librería, y ninguno propio, salvo si por algún tiempo te permitieren el uso de estos po- quillos, los papeles de los Sermones y otros ma- nuscritos: el chocolate de ninguna manera lo usa- rás, y si tal vez el Prelado te mandare admitirlo, con su licencia lo repartirás á Religiosos, y enfer- mos pobres y necesitados; acuérdate de que el Ve- nerable Padre Fr. Andrés de San Pedro Nolasco (que murió en tu tiempo en Cádiz) no lo tomaba, porque decía, que no era comida para pobres; unas tijerillas pobres bién podrás tener, con una aguja para remendar, y algún poco de hilo cuan- do se necesite: papel algunos cuadernillos sin re- curso *) para los Serr:ones, etc. un tintero basto (+) Esto es, sin comprarlo por medio de dineros, % sin recurrir á usar de estos: que es lo que se en- tiende por recurso en la Ord. de N. P.S. Francisco.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz