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A A A y -— entender que lo quería sólo, desembarazado de todo afecto á cosa terrena, aun del amor de los padres, que es tan justo; y al alma santa dice, que para hablarla al corazón, la ha de llevar antes á la soledad: y así, pues conoces que Dios te dice: Fili, praebe mihi cortuum, entrégaselo desem- barazado de toda afición terrena; porque Nemo racans Deo, implicat se negotíis saecularibus: escucha en fin su dulcísima voz con que te dice: Audi, filia, et vide, et inclina aurem tuam:; pero con la condición de obliviscere populum tum, et domum Patris tui, que si así lo hicie- ses, llegarás á ser tan dichosa, que concupiscet rex decorem tuum. Advierte, ó alma, que para ver y hablar á Dios, te has de llegar á él desnuda de todo mundano afecto y afición terrena; y de esto tienes buen ejemplo que te convenza en Moisés, que querien- do subir al monte Oreb á ver aquella maravilla de arder la zarza sin quemarse, llegando cerca á examinar este portento, oyó la. voz de Dios, que desde la zarza le decía; Solw: e calceamentum de pedibus tuis: para darle á entender lo desnudo, y libre de afectos y cuidados de la tierra (que es lo que por el calzado se simboliza) había de llegar á hablar con Dios, 6 áoir la voz del que en la zar- za había de hablarle. Esta negación es, alma, tan necesaria, que sin' ella no puedes ser discípula de Cristo; óyeselo de: cir al mismoSeñor: Nisi quis renuntiavertt omni- bus, quae possidet,non potest meus esse dí scipu-

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