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%-Tabial ja Catul, Del Miercoles del Ciego: 7 y dizen los-tórpes , que ellas mifmas fon teltimo- pio de fus brutas cegut. dades. Tulio defcrive la alucinacion de Catulo, que perdido en el amor de Rofcio, le atrevió dde- zir : Mas" vello eres que Dios. Ay mas bruta ce- guedad? Confliteram exorientem an- roram forte falutans, Cua fubito 4rleva Roftin$ exoritur” Parce mibi liceat > colefes, diceve veflra. Mortalis Jus pulchrior efe Des, Aora exclama Tulio: Dios menos hermofo? Hic pulcbrior Deo? Pyes Roício no era feyísimo en 1F rea- lidad? Si; pero que-im- «portas fi le parece bien? Quid reftrt, fi hocipfma ve- us tumplibuidebatur, E (tas fon las ciegas bru- talidades de los immuúna- dos; Dios les de luz: para conocer (usengaños. Bucive en ti, hombre di- vertido en torpezas, pro- digo, que haffidiísipado la A RT 7 fubllancia; buelve enti, butlveafer racional, en bruto te ha convertido tu pasion. Mira ws peligros -enquevives, confidera la gloria que pierdes. Pero para qué te predican mis labios 41 3 folo Jefas toca el abrirte los ojos? : O buen Jefus! Todos nos poltramos á tus Divi nos Piesifip cada vno pide “remedio 2 Lu ceguedad. Bien conccemos , Señor que nopecamos de igno- rancia, y que lomos cic- gos por «nveítra malicia: Ex coeravir eos matitia. Pero fanando' ciegos de mali- cia, lerá mas iluftre tu cle- mencia. Humina los ojos de- todos los pecadores, para que no duerman: el fucño de lamuerte., ni te pierdan milerables. Raye Enlos entendimientos: tu loberana luz, para que éo- mozé2mos las ingratita- des conta ru bondad , y lloremos las rebeldias de nucítro- corazon. Infla- mente nueltras voluntas des con el ardor de tus fi- nezass para. que le pcu- pen Chryloleg: lerm. 22