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Ms Si servir por el contrario al mundo, o tu carne intentas, hallarás en el pecado el fruto y la recompensa. Ya sabes que toda carne es sólo polvo y pavesa, y que la gloria del mundo es toda perecedera. Huye pues su corrupción, su felicidad detesta, no apetezcas otra cosa, que ser a tu Dios acepta. Todo tu conato ponlo en la caridad fraterna: al prójimo amarás bien cuando a Dios en él atiendas. La divina dilección, no tenga en tí decadencia: tanto en esta crecerás cuanto crezcas en aquella. No olvides, que el dar a todos buen ejemplo, es deuda estsecha: con tus deberes no cumples si en tus manos luz no llevas. A todos eres deudora, empero más a tí mesma, entre todos los demás es primero tu indigencia. No quieras jamás saber del mundo la falsa ciencia: ama mucho esta ignorancia, más sabia que la sapiencia,