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HE En el libro encontrarás de la doctrina cristiana especies tan peregrinas, que aun para el docto son raras. Si sabes a Jesucristo, y el misterio de sus llagas, sabes más que la Sorbona, y que todo Salamanca. Revuelve pues este libro, estudia mucho en sus planas, en él solo aprenderás, lo que el más sabio no alcanza. Toda singularidad, por lo infinito que daña, has de detestarla siempre, y en todo tiempo escusarla. Nunca llames la atención con empresas señaladas: si te vences a tí misma haces la mayor hazaña. Sigue la Comunidad, no faltes a la observancia, y escusa la indiscreción de cosas extraordinarias. Estas son perjudiciales donde la prudencia falta, y es cierto faltará, cuando por gusto proprio se hagan. Sólo a Dios y al director les corresponde inspirarlas: lo que sin estos hicieres tenlo por acción frustrada,

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