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se Mas si el resover precisa, porque el asunto no aguarda, pide a Dios luz, y resuelve lo que al bien más sele adapta, Nunca de tí te confies, ni te creas iluminada: el que piensa esto de sí, tiene la luz muy escasa. Toma entonces el recurso al Superior o Prelada: con esto quedas segura, y tu conciencia en bonanza, Enseñar a otro no quieras, antes bien ser enseñada: en portarte de este modo das ejemplo y enseñanza. Si hablar quieres con acierto, oye a todos, y tú calla; siempre ha sido el hablar poco el nivel de las palubras. Con este mucho callar lograrás la gran ventaja, de vivir en tí escondida, y en tu Dios siempre empleada. En los asuntos a que tu obligación no te llama, ni los quieras entender, ni tomes en ellos cartas. Es una cosa mal vista y que mil disgustos causa, introducirte en negocios ajenos de tu importancia.