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Y Ama sienpre como amigos los que más te mortifican: ellos te ayudan a ser menos mala que serías: Míralos como instrumentos de la voluntad divina: así David lo pensaba si alguno le perseguía. Si te injurian, si te agravian, si algo contra tí maquinan, no mires a quien lo hace, sólo sí a que Dios lo envía. Si pensares de este modo, no habrá cosa que te aflija: todo trabajo es ligero fijando en Cristo la vista. Atiende pues a tu Esposo en su mortal agonía; verás como has de beber el cáliz que te propina. No dudes, que te conviene. ni que mucho te utiliza, que se vuelvan contra tí los mismos con quien habitas. Si llegases a entender el bien que te concilían, quisieras tener en contra aun los ladrillos que pisas. Considera estos provechos, y verás, que es grande dicha el padecer resignada, cuando alguno te ejercita,